Tengo la teoría de que toda mujer que se considera sexy tiene la obligación de subirse a un coche deportivo biplaza, al menos, una vez en la vida (aunque lo ideal es tenerlo en el garaje para dominguear, cuando se ofrezca). Dicha teoría se sostiene en la misma argumentación que nos hace subirnos en los stilettos Loubotin, o llevar una Birkin, Goyard o Chanel 2.55 en el brazo: es glamour, es poder.
Esa fue mi premisa para pedirle a mi amiga Katha Rees que me enviara el nuevo Nissan 370Z, con el que su pilotito estrella del GT Academy, el adorable y a la vez superpoderoso Ricardo Sánchez, corrió en las finales previas a las 24 horas de Dubái (por cierto, ya se presentó el nuevo certamen GT Academy México). Como no salí en Semana Santa, me di vuelo con el coche en el D.F. con las calles vacías. Qué lista soy.
Ustedes me dirán, “debería haberse montado en un Ferrari, un Porsche o un Lambo”. Sí, pero por algo hay que empezar. ¿O acaso cree que yo nací en tacones? No, my dears, primero me puse mis Ferragamo de tacón cuadrado, por allá de principios de los dosmiles, cuando se usaban así, pequeñitos, ya luego empecé a subir de altura hasta que llegué a los 18 centímetros de aguja.
El Nissan 370Z es un “deportivo inteligente”, porque esta marca no tiene tanta tradición deportiva como los anteriores, pero hizo un gran coche en ese rubro. Es, básicamente, como comprarse un zapato Vuitton: sabes que no es de manufactura italiana o española, pero también es de piel, también es bellísimo y también te acomoda.
Disculparán ustedes que utilice analogías zapateras, a mi nuevo sensei automotriz, el editor de Atracción 360, Chris Moreno, a quien a partir de ahora llamaré Mr. Attraction (lleva doble sentido, by the way) le enerva que los utilice, pero qué me importa, ¿se entiende, no? Precisamente, fue él quien me enseñó a conducir y a consentir al auto; sus valiosas instrucciones las comparto a continuación con ustedes porque soy a todo dar.
Lección 1: Súbete al auto con estilo
Acostumbradas a los sedanes o camionetas, las mujeres nos subimos primero con el pie, bolsa en mano y celular en la otra. Wrong! Wrong! Wrong! (me encanta decir eso). En el deportivo no, o caemos como las bovinas que no somos, y por lo tanto, cual montura del Siglo XVII, primero nos sentamos, luego giramos la cadera con gracia, y por último, las piernas muy juntitas. ¡Ni la nueva Cenicienta!
Obvio…quítate los stilettos. Aplica el flat dentro del coche y luego cámbiatelos para bajar.
Lección 2: Saluda al coche
Ya sé que siempre tenemos prisa, pero tómate dos minutos para ver de qué van todos los botones, gadgets y cosas que tiene. Acomoda el asiento y los espejos; los brazos nuca deben ir estirados como chofer de microbús y tu pierna debe ser capaz de tocar el fondo detrás de los pedales, sin inclinarte. Tipo, no te subas como desaforada y puuuuum. Ah, y mírate al espejo, ¡es taaaan sexy!
Lección 3: Mídele el agua a los…frenos
Los coches deportivos no son de mantequilla como los autos de lujo, ideados para que no hagas ningún esfuerzo; el volante es más duro (juro que esto no lo digo con doble sentido) porque exige mayor control de tu parte (ok, se oye rudísimo, pero qué quieren qué haga). Tiene 332 caballos de fuerza –ok, equis–, el chiste es que en 5 segundos alcanza más de 60 kilómetros por hora, suficientes para largarte en María Félix del volante después de gritarle a tu tonto ex que se quede con la… insignificante ésa, o lo que sea que le quieras decir a quien se lo quieras decir.
Lección 4: Te asusta, pero te gusta (soy la más naca)
Piérdele el miedo. Sí, da cosa acelerar y que se mueva la parte trasera (es como si empujaras un cochecito infantil jeje), pero por eso necesitas un volante firme, para que lo corrijas, ¡y eso es lo divertido! Aparte, el auto solito corrige el derrape gracias las asistencias integradas; digo, tampoco es piloto automático, pero te ayuda. No te prometo que sea tan terapéutico como carcajearte en una noche de amigas y deliciosos vinos, pero tiene su onda. (Tiene más onda si vas cantando tu canción favorita a todo pulmón. Yo puse «Querida», a propósito del nuevo show de Juanga, ¿y?).
Lección 5: No le pongas iPhone
La conectividad en todos los coches es tan chafa como cuando te daban en secundaria computación con el programa Basic. Neta, no he tenido en mis manos un auto con un buen sistema multimedia; creo que todavía estamos a años luz del nivel Blade Runner. Te distraes mucho instalando el iPhone cada vez que te subes. Honestly, pon un CD. Aunque Mr. Attraction dice que no pongas nada.
Lección 6: Ponte el look para matar
Tal vez Mr. Attraction fue más claro en esto, en toda la lección: no te subas a un deportivo en fachas y te vayas al súper. “En vestidazo y a Polanco”. Si quieres darle la personalidad al coche y que no te coma, entonces, lúcete. Gózalo (¡demonios con los subtextos!) y vístete como una diosa. Ojo: el look Daisy Duke es de mecánicos, ni se te ocurra.
*Nota a pie de página: Yo sí fui al súper, no de pants, pero lo importante es que unos jovenzuelos de veintitantos años me admiraron desde que me bajé, como si se hubieran topado al mismísimo Cristiano Ronaldo. Eso, disculpen ustedes, me puso en modo Demi Moore, porque la única forma en la que unos veinti me miren es porque me van a pedir dinero para el antro y son mis sobrinos. Eso logra el efecto deportivo…
Lección 6: Pavonéate
Bueno, esta no es lección de Mr. Attraction, pero sí es de mi cosecha. Ya les he dicho en este Principado que todas las veces que he probado autos premium siempre ha habido algún mirrey que me intercepta en un cruce para decir una chorrada del tipo: “¿Eres casada?, ¿Y si me invitas a dar una vuelta?”. Por eso soy más fan de los veintis que me miran sin recato, que de los interesados; a lo que voy con esto es simple: castígalos con tu desprecio…porque puedes.
Lección 8: Es para ti solita
No lo compartas con tu novio, excepto si hizo algo por ganárselo. Tampoco es coche para salir al antro, porque no te cabe nadie; es más, no cabes tú. Como el asiento está hundido y el auto muy bajito, todo te queda a nivel de cancha –a veces el espejo me estorbaba para ver bien, la verdad–, así que hay que estar muy erguida, atenta y alerta. Dice Mr. Attraction: “es un coche egoísta”, y sí que lo es, ni siquiera aguanta para unos besos con el galán en el auto. Es todo, toditito para ti (and then again, no es albur).
Nota a pie de página: Detrás de los asientos tiene pequeños compartimentos donde cabe la bolsa, no la Birkin, que es mi parámetro, pero caben todas. Tampoco es para el shopping ni el súper, pero, who cares? Mientras quepan los vestidos de gala de Punta Norte, excelente (además, el camino es medio carreteroso); sí, no se hagan, me refiero al outlet Punta Norte, al que hasta María Creel va a comprar vestidos BCBG. Todas vamos. ¡Todas!
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Lección 7: Vete a Morelia en Boca
Ahora, para disfrutarlo como se debe, no cometas el error de llevarlo al súper, o instalarlo en el tráfico del Periférico. Este baby está para irte de finde a San Miguel con tus amigas. Pero en realidad pienso llevarme mi Nissan 370Z a Morelia en Boca, porque ya somos uno mismo.
Les cuento…
La inquietísima Jackie Benítez presentó una nueva edición de Morelia en Boca, que se realizará del 29 al 31 de mayo en la Casa de Cultura de Morelia, donde habrá 26 chefs mostrando sus habilidades en Villa Gourmet, 9 cenas exclusivas y 12 catas, conferencias gastronómicas, entre ellas “Cocineras de Michoacán”, y demostraciones culinarias en Cocina Central Piacere, así como una alianza con el Festival de Cine de Morelia, a través de la presentación de la película “Vuelve a la Vida” de Carlos Hagerman.
Algunos de los chefs serán Aquiles Chávez, Marta Zepeda, nuestro Iron Chef México Xavier Pérez-Stone, Yérika Muñoz, Abel Hernádez y Pablo Salas, quienes tienen mucho reflector; pero también habrá rostros nuevos que traen conceptos no capitalinos.
Entre los chefs nuevos en el programa, que son todavía poco conocidos, pero que vienen con todo, estarán Paul Bentley del Saint Michel, y Darren Walsh, del Lula de Guadalajara (se dice que cocinan divino, pero además, están divinos); de la misma ciudad, Alfonso Cadena, de Hueso, y Fernanda Covarrubias, de la Postería; Roberto Alcocer del nuevo Malva de Ensenada y Jonathan Gómez Luna de Le Chique, el restaurante revelación del 2014 en la Riviera Maya, donde taaaaanta falta hacen buenos conceptos gourmet.
Sólo por conocer a estos entusiastas y prometedores cocineros hay que ir, y si además es en un cochazo deportivo con tu date, ufff ¿qué más se puede pedir? Sí, mucho más, obvio, jejejeje. Pero, ¿nada mal, no?
¡Nos leemos la próxima semana!
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