TANE reúne a un colectivo plural de creadores para incentivar la campaña Mi mirada a México, un crisol de percepciones sobre nuestro país en el entorno actual, teniendo como punto de partida las piezas de la colección México mi amor de TANE.
Parábolas de imágenes en vuelo, metáforas de plata con lecturas que van de lo personal a lo global y reflexiones que registran a México mediante una lente que invita a redimensionar el momento que atravesamos. Este es el espíritu que impulsa Mi mirada a México, una campaña de comunicación que convoca a un propositivo grupo de creadores –arquitectos, editores, ilustradores, fotógrafos y escultores– abocados a la tarea de observar detalladamente y bajo una óptica tan íntima como significativa ese espacio –magnífico, turbulento, siempre complejo y fascinante– que nos contiene y define: México.
Diversos charms de la colección México mi amor de TANE representan el kilómetro cero de un proyecto que homologa fotografías y pensamientos. Es así como la ilustradora y artista gráfica Alejandra Ballesteros señala que “México se lleva siempre en el corazón y, al igual que el nopal, es fuerte y resistente, sobre todo en las adversidades”.
Esta perspectiva la comparte con Karla Jauregui, cuyo gusto por los cactus se remonta a su infancia. “En estos días en los que las circunstancias nos han llevado a descubrirnos de una manera más íntima, me doy cuenta de lo arraigadas que están estas plantas en mí”, indica Karla, quien ha integrado los cactus a su identidad visual mediante el dije homólogo.
En la misma línea de inspiración orgánica se ubica la propuesta de Paulina Maciel, quien ha hecho de la ilustración botánica con acuarela su pasión, expresándola en diversos proyectos, como éste, en el cual seleccionó el dije Cempasúchil para confeccionar una imagen prototípica de su labor artística.
La fotografía que el pintor Miky Alanis concibió para Mi mirada a México “representa lo que siento en este momento: entender que el verdadero lujo es el amor”. Otro artista de excepción que participa en esta iniciativa es un amigo de la marca, Javier Marín, escultor nacido en Uruapan, Michoacán, con una brillante trayectoria que supera las tres décadas de creación ininterrumpida. Nuevamente, es para TANE un orgullo colaborar y visualizar el futuro con Marín, quien desde su taller se inspira en el Día de Muertos para seguir creando.
Para el entreperneur Diego Ortiz, su mantra lo dice todo: “Life is Fleeting”. Trabajar con el diseño Calavera Hombre supuso una introspección sobre la temporalidad de nuestro paso por la vida.
Juan Carlos Guerrero, cómplice en múltiples producciones fotográficas de la firma mexicana de lujo, generó una imagen que representa el backstage de una sesión de fotos. “Es un homenaje a todo el equipo humano que colabora para que logramos concebir historias inolvidables para TANE”.
María Tato, quien al igual que Guerrero colabora con la marca, hizo suyo el charm Papel Picado Amor, elaborado en plata .925 y vermeil rosa, pues considera que “dejar que la luz pase y transmute nuestro ser es una manera de volver a ver la realidad, mirando a través de los ojos del amor, que es lo más puro que tenemos”.
TANE reúne a un colectivo plural de creadores para incentivar la campaña Mi mirada a México, un crisol de percepciones sobre nuestro país en el entorno actual, teniendo como punto de partida las piezas de la colección México mi amor de TANE.
Mi Mirada a México
Una reflexión visual y discursiva de este alcance no estaría completa sin rendir homenaje a dos de los espacios emblemáticos de la Ciudad de México: el Monumento a la Revolución Mexicanas (MRM) y la Torre Latinoamericana, ambos reinterpretados en un lúdico cambio de escala en los diseños de la línea México mi amor.
Brandao Levir –enamorado de las artes visuales, la gastronomía y artífice de la fotografía y el video– considera que la “Torre Latino”, como cariñosamente llamamos los capitalinos a este icónico edificio, es un emblema de resistencia, pues ha permanecido firme incluso en los momentos que la tierra nos sacude. “Mi foto representa la fortaleza de México y de su gente, que seguimos de pie y vamos hacia adelante aun en tiempos de incertidumbre”.
Por su parte, el arquitecto Iker Haro articuló una meditación nombrada Resilencia de Monumento, seleccionando el dije alusivo al MRM “porque desde chico he tenido una fascinación por los monumentos, por su escala, la manera en que los asociamos a una época o anécdota específica, y como son prueba fehaciente de la evolución y resilencia de nuestra ciudad”.
Y así como los monumentos, también la idiosincrasia, los valores y el arrojo de los mexicanos perfila a un país que, pese a la coyuntura tan compleja que atravesamos, permanece firme y fiel a una verdad que no deja espacio a la duda o a la controversia: unión es fuerza, y más fuertes y unidos superaremos este momento.