Golden Bridge Stream retoma los códigos Art Déco del modelo Rectangle y adopta un movimiento automático. Para dar vida a estas delicadas curvas cruzadas, Corum buscó inspiración en una de las principales corrientes de la arquitectura contemporánea: el streamline. Esta corriente, que comenzó en la década de 1930 y llegó hasta la de 1960, surgió en Estados Unidos al mismo tiempo que los primeros objetos fabricados en serie. Se caracteriza por la utilización de curvas fluidas y extremadamente dinámicas.
Con el Golden Bridge Stream, la Casa Relojera culmina un sofisticado ejercicio de estilo, que llama la atención por su coherencia histórica y estética. Esta pieza, elaborada completamente de oro, es animada por un movimiento automático que arma dos masas lineales paralelas. Abarca 42 mm, ofrece un equilibrio meticuloso entre las líneas, ya sean rectas o curvas, continuas o discontinuas, para dar forma a una arquitectura única. La caja del Golden Bridge Stream realza ese equilibrio jugando a su vez con las tensiones entre las aristas de corte, las asas y el perfil del cristal de zafiro.
Se han elaborado dos modelos de oro, uno de ellos con la microestructura de laca roja, en exclusivas series de 88 piezas cada uno.