Queridos míos, todavía estoy en estado de zombi, tratando de reponerme de todo lo que comí desde Navidad hasta Año Nuevo; me pregunto si toooodo el mundo está igual de zombi que yo, pensando en que las vacaciones ya finaron, pero que aún nos falta la rosca, como un sesgo de las comilonas y el placer de comertz y bebertz y dormirtz.
Mientras yo bebí del delicioso champagne Louis Roederer Vintage 2007 que mi amiguita Diana Alarcón tuvo a bien llevar a la cena de fin de año, me dediqué a favear las súper fotos instagrameadas, fesbukeadas y tuitedas de mis queridos socialités, que se lo pasaron bomba para despedir el año.
La playa fue el destino favorito de todos los miembros de este Principado, como el grupo que armaron Yael Sandler, su esposo Daniel Cohen, Fer Gutiérrez Barrios, Eugenio Larrinaga, Pablo Escudero y Ana Girault, guapísimos y animados todos para recibir el 2015 con la mejor actitud (claro que con sus cuerpos perfectos la actitud siempre está a mil, jeje).
Particularmente, el suereste mexicano se puso súper hot; Tulum fue uno de los destinos más concurridos; por allá estuvieron Sara Galindo y las gemelas Valdés, mientras que en Uxmal lo pasaron Lorenzo Lazo y su familia. Acapulco, por su parte, se llenó de turismo, a pesar de los tristes pesares, y no faltaron la fiesta de año nuevo en el Baby O y la ya tradicional cena de Lupita Molina con Susanna Palazuelos.
San Miguel de fiesta
En cuanto a las ciudades del centro, se puso súper bien San Miguel de Allende, donde los hoteles Matilda y Rosewood ofrecieron los mejores eventos de fin de año con cena baile. En el Rosewood vimos nada menos que a la Número Uno-uno-uno-unooooo Lila Deneken (jejejeje, menores de 30 saltar al siguiente párrafo), acompañada de su hermana Gilda y el galán de Lila, Luis Canales en una de las mesas principales.
En Matilda estuvo uno de los socios, Bruce James, con todos sus huéspedes estadounidenses, y en The Restaurant el chef Donnie Masterton ofreció una cena para luego armar una mega party para la que vinieron dj’s de Canadá y Nueva York, donde es oriundo.
Pero donde se puso mejor la fiesta fue en el centro de la ciudad, organizada por Maika de la O, una de las socias del antro Love de San Miguel. Resulta que invitó a tocar a la Sonora Dinamita y volvió el zócalo en una pista de baile en la que lugareños y turistas bailaron hasta el amanecer.
Por allá andaba nada menos que el rockero Bob Dylan, íntimo de Bob Pittman, dueño de Casa Dragones, y uno de los impulsores del destino en el mundo. Así que ahí tenían al único, icónico y sagradísimo Dylan baile y baile feliz como un garbanzo; mi amiga la escritora Paola Tinoco y su amiga Carmen Rioja fueron testigos de ello y hasta le sacaron brillo a la pista con él en un par de buenas canciones.
Por otro lado, durante el día se realizaron varias actividades, como la bendición chamana que encabezaron Klaudia Oliver y Lorena Montelongo. Klaudia es una de las organizadoras de eventos más connotadas de San Miguel, también es parte del comité del Burning Man en Estados Unidos y promotora cultural y turística del estado. ¡Está en todo y la amamos!
Los que sí chambearon en la capital
En el D.F. hubo bastante actividad en los hoteles, como en el Chapulin del Presidente Intercontinental, el J&G de St Regis, el María Isabel Sheraton que se lucieron como opciones, porque con eso de que los restaurantes de lujo cerraron después de Navidad y no abrirán hasta el 5 de enero no quedaba mucho de dónde elegir.
Imagino que les irá muy bien en el Paixa, Eloíse, y ya ni hablemos de Pujol, obviamente, porque nadie quiso chambear en fin de año. Pues salud por eso. Yo recuerdo cuando el 31 de diciembre abrían casi todos los restaurantes de lujo y no nada más la Hacienda de los Morales. Cómo han cambiado los tiempos de los sacrificados restauranteros… Luego sólo nos quedarán las cantinas secretariales. Bah.
Por eso yo me quedé en casa a reflexionar, no sobre lo bien o mal que me fue en el año (who cares), sino sobre los buenos y malos eventos que hubo con mis socialités consentidos. No se pierdan mi columna de la próxima semana, juar, juar juar (léase con risa de bruja malvada de Disney); como cada año, repartiré mis quejas y felicitaciones sin control. Pero lo más importante, queridos, es reírse.
¡Muy feliz año nuevo!
Twitter: @elprincipado