Ya se acerca la Navidad y todos andamos quedando con nuestros cuates para vernos antes de que finalice el año, o inclusive, queremos pasarlo con ellos. Pero típico que estás planeando tu súper viaje navideño, cena en tu casa, en la casa del amigo o whatever, y corte a, nadie puede, todo mundo se hace para atrás o simplemente se te fue la cabra al cerro y te ves solo en Nochebuena con tu perro, gato o planta.
Para esos momentos está el Jaso que ya ha hecho de su menú navideño un clásico que puedes ordenar con antelación para recogerlo el mero día. Jared y Sonia tienen un menú para que no cocines, no sufras y no acabes en el Sanborn’s.
Shineada al María Isabel
Para Año Nuevo, les cuento que ofrecerá su tradicional Cena Baile de Año Nuevo el día 31 de diciembre con un menú de cinco tiempos acompañado de vino espumoso, doce uvas y cotillón. También ofrecen el brunch del 1 de enero, si deciden hospedarse en el hotel para no tenerse que regresar.
Yo he acudido varias veces y lo recomiendo ampliamente, entre otras cosas, porque la hermosa vista al Ángel de la Independencia lo vale todo; amanecer y voltear hacia Paseo de la Reforma, en calma y con el sol en tu cara, es lo mejor. Otra noticia es que para estas fechas, decidieron invitar a distintos diseñadores de diferentes disciplinas para intervenir los arbolitos de Navidad con los que adornan el lobby.
Para reservaciones, diríjanse al 5242 5500 ext 3718 El Sheraton María Isabel va a ser remodelado el año entrante para renovar las habitaciones y el mobiliario, además de algunas áreas comunes; pero que no cunda el pánico, porque no cambiará su estilo sesentero que lo ha distinguido durante décadas, incluyendo la hermosa fachada catalogada por el INAH, con las ventanas color verde y sus icónicas letras rojas.
Como parte de su entusiasmo navideño, invitaron al interiorista Ezequiel Farca, al colectivo de diseño de mujeres indígenas Fábrica Social y a la diseñadora floral Adriana Molina para intervenir los arbolitos navideños con los que adornan el lobby y al rededores. Fábrica Social es una tienda cooperativa donde se venden diseños artesanales autóctonos mexicanos y que se encuentra dentro del hotel; así que con ello, se logra apoyar la causa de una manera más visible. ¡No se pierdan los arbolitos!
Nuevo tequila de Cuervo
También para las fiestas decembrinas les platico de un lanzamiento muy ah doc para la ocasión fiestera. Se trata del nuevo Tequila 1800 Milenio de José Cuervo, un extra añejo recién lanzado que busca posicionarse en el gusto de aquellos que le vemos cara de cognac a los buenos tequilas extra añejos, como este.
Para conocerlo acudí a una cata con el enólogo Jesús Diez a Casa Virgina de Mónica Patiño, y la verdad es que me encantó (bueno, yo adoro a Jesús y así me invite a catar aguas de jamaica lo disfruto enormemente), primero porque el maridaje fue bastante interesante, con ensaladas especiadas, mucho aceite de oliva, y luego porque nos presentó una caja estilo Nez de Vin con las esencias de las notas incluidas en la bebida, para que jugáramos a los aromas. Estuve tentada a ponerme la manzana como aceite de perfume, jejeje, estaba delicioso.
Miel, avellanas y hasta plátano, componían parte de las notas de este bello tequila, cuya botella también es coleccionable, y que ya pueden adquirir para la celebración de Navidad o la de Año Nuevo. No se arrepentirán. Yo ya le vi cara de salud para la tornafiesta…
Por qué me encantó Casa Virginia
Por cierto que Mónica Patiño nos dijo que con Casa Virginia cerraba un ciclo como restaurantera, o lo que es igual, ya no va a abrir más lugares; se queda con la tradicional Taberna del León, Delirio y Casa Virginia, que está justo en la esquina de Monterrey y Álvaro Obregón, al lado de Delirio; estos dos últimos dirigidos por su hija Micaela, quien ha resultado toda una revelación en la administración restaurantera.
Lo que distingue a Casa Virginia es que todos los platillos son para compartir, no hay individuales, “la idea es que te sientas en una casa”, nos dijo esa noche, en la que nos contó que al tratarse de una auténtica casona antigua de la Roma, quiso conservarla como tal y no intervenirla (excepto para lo básico, claro, como su equipadísima cocina). La propiedad era de la señora Virginia Ortiz de Revueltas, data de principios del siglo 20, cuando se fundó la colonia Roma, y los mosaicos, pisos y ventanas son originales; en realidad, sólo cambiaron las áreas húmedas, porque las habitaciones, en vez de tener camas, tienen mesas; pero no se tiró nada. La sala es una suerte de bar pre-drinks y, en general, el ambiente está muy agradable.
El restaurante acaba de cumplir un año y si no han ido, ahora es el momento, porque Mónica cambia de menú constantemente, en conjunto con su chef residente Corentin Betrrand, que es francés y le gusta hacer experimentos entre su cocina y la de Mónica, “así que siempre pongo picante y chile donde, según Core, no va, pero así nos entendemos mejor”.
Como un plus, tiene un huerto en la terraza de la casa y manda traer todos los pescados y frutas del mar de Ensenada. Ahí nomás. He comido en muchos restaurantes de Mónica, pero hasta ahora, este es mi favorito y me parece que el más honesto, porque se nota que hace lo que quiere y no conceptualiza, como sucedió en otros.
Mis cupcakes de Magnolia Bakery
Por último, les voy a contar que fui a Magnolia Bakery, que tiene un mes operando en la calle de Virgilio, en Polanco. Lo que más me gustó es que tienen restaurante propio en el que ofrecen desayunos, comidas y cenas, además de la famosa repostería. Como franquicia mexicana de la famosa casa neoyorquina, todo es idéntico, desde la decoración hasta la elaboración, lo único novedoso es el restaurante que ofrece bagels, sandwiches, pastas y otros platos muy agradables.
Obvio, los cupcakes son las estrellas, especialmente los de vainilla, chocolate y el icónico Red velvet, lo mismo que los famosos pasteles como el Shelly’s Cherry Cake, el Vanilla Buttercream. Yo soy particularmente fan del Banana Pudding y el Cheesecake de Caramelo y Nuez Pecana.
Pero qué creen, no han triunfado. La chef Martha Orozco los puso pintos en su Facebook, quien literalmente llamó al cupcake “desabrido y pinche”, además de caro. Lo que Martha refiere es que hizo una enorme cola por un producto que tiene “mala calidad”. De plano dijo que no quería ser una perra contra el proyecto de alguien más, pero que en su calidad de chef estudiada consideró improvisado y mal hecho el concepto.
¿Y saben qué? Suscribo. A mí no me gustaron los cupcakes. Siento que la harina estaba un poco seca y que el topping de algunos cupcakes no estaba tan bueno como el de otros de la misma Magnolia. El de coco no fue mi hit, me empalagó y hasta se me antojó el pastel de Sanborn’s, que era muy similar, pero el de chocolate sí me gustó, por ejemplo. El Banana Pudding sí estaba buenísimo, pero ese viene importado, no se prepara aquí, jejeje.
De hecho, se supone que todos los ingredientes son importados, tal vez lo su pastelera no tiene buena mano, who knows, pero de que se puede mejorar, se puede. Por lo pronto, los invito a que vayan a formarse su propia opinión, aunque sea sólo por seguir el chisme.
In memoriam
Por último no quise dejar de mencionar en esta columna, que aunque está muy festiva, está de luto por la pérdida de mi amigo y colega Víctor Bustos, crítico de cine de diversos medios mexicanos, donde cosechó prestigio y respeto de la comunidad cinematográfica y los lectores cinéfilos. Mucha gente ajena al cine se preguntaba quién era y por qué todo el mundo lamentaba su muerte, y la respuesta es justamente esta, se trataba de alguien muy valioso para el cine y el periodismo, pero sobre todo, para sus amigos. Figuras del cine como Salma hayek, Alejandro González Iñárritu, Diego Luna, maya Zapata y otros tantos actores lo conocieron y le agradecieron su apoyo a lo largo de su carrera. Fue un grande y así lo despedimos. Te extrañaremos mucho, amigo.
Nos leemos la próxima semana y felices fiestas a todos.
Twitter: @elprincipado