El lunes pasado se llevó a cabo la presentación a nivel internacional, en primicia para las tiendas El Palacio de Hierro durante 2017, de Frida Kahlo de Lladró. La firma española de porcelana artística, una serie limitada de 250 piezas con la que rinde homenaje a la pintora mexicana, sujeto y objeto de su arte.
Una mirada a la artista e icono universal que se ha presentado por primera vez al público en El Palacio de Hierro Polanco, Planta Baja. Develaron la pieza Juergen Woelflik, CEO de Lladró USA y América, y José Ramón Ferrer Bernat, Director Compra Hogar de El Palacio de Hierro.
Los artistas de Lladró han dado vida en esta escultura al rico universo personal y creativo de esta mujer, cuya arrolladora personalidad e impresionantes vivencias, así como su manera de sentirlas, marcaron un legado que constituye el retrato de su vida. Como ella misma afirmaba: “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños, pinté mi realidad.”
El busto es la expresión misma de la exuberancia de una mujer transgresora que se adelantó a su tiempo. El gesto y los característicos rasgos de su rostro, definidos y enfatizados por el maquillaje, y la expresión de sus ojos y labios están recreados con un alto grado de realismo. La pieza está elaborada en porcelana brillante y en ella se han empleado numerosas técnicas decorativas.
Destacan sobre todo los colores vivos de las flores, hechas a mano, que adornan su cabeza y su escote. Las cerca de treinta que forman su tocado aparecen combinadas con hojas, frutos y un colibrí, que representa el amor de Frida por los animales y evoca su conocida frase: “Pies, para qué los quiero si tengo alas para volar”. A todos estos detalles se une el atractivo efecto producido por los juegos de esmaltes en el negro de su turbante y la pintura metalizada de su blusa.
Otro de los elementos clave de la pieza son los pendientes con forma de calavera, un elemento iconográfico de la cultura mexicana que honra a los difuntos en la celebración del Día de Muertos y la festividad de Todos los Santos. Están elaborados en porcelana y latón con un chapado de dos micras de oro de 18 kilates y tienen la particularidad de ser extraíbles para poder usarse como un complemento de moda.
La pieza está sujeta a una peana que la realza, al estilo de las que se emplean para exhibir los bustos clásicos. Está decorada con pan de oro sobre el fondo pintado en rojo, que aflora otorgándole ese aspecto que produce la pátina del tiempo.
Al final de la presentación se sirvió un cóctel con acentos españoles y mexicanos.
Frida Kahlo by Lladró puede adquirirse en exclusiva en las tiendas El Palacio de Hierro durante 2017 y a partir de 2018, en el resto de mercados internacionales.