Ayer en un recorrido por las instalaciones del Museo Tamayo se mostraron los avances de la renovación de este emblemático espacio cultural.
Presidido por Consuelo Sáizar, presidenta de CONACULTA, Teresa Vicencio, directora del INBA; David Cohen Sitton, presidente de la FORT; Teodoro González de León, arquitecto del proyecto, y Carmen Cuenca, directora del Museo Tamayo.
A 7 meses de inicio, se constatan los avances de la construcción en un 65%, lo que significa la conclusión de la obra civil y el comienzo de las actividades relativas a los acabados. El objetivo: crear una nueva experiencia en la forma de visitar el Museo Tamayo.
Se estima que las obras concluirán, en tiempo y forma, en junio próximo, para la reapertura del museo a fines de agosto de este año, lo que representa un modelo eficiente y ejemplar de inversión y seguimiento de obra entre el gobierno y la Inversión Privada.
A 30 años de la construcción del Museo Tamayo, el INBA y la FORT acordaron desde el 2009 realizar este proyecto del arquitecto Teodoro González de León -creador del edificio original junto con Abraham Zabludovsky- con el objetivo de incrementar y modernizar la infraestructura museística, con un fondo de participación mixta de 84 millones de pesos, entre CONACULTA, INBA y FORT.
En dicho fondo mixto, se acordó que la FORT llevara a cabo la ejecución del proyecto, por lo que ésta eligió a la empresa Arquitech por su propuesta de construcción y la calidad de su trabajo; y a la empresa WINCO para la supervisión de la obra con el fin de garantizar el estricto uso de los recursos y los tiempos de ejecución.
En el 2010 se puso en marcha el plan de ingenierías para el desarrollo del proyecto, así como la adecuación de espacios y movimiento de obra. El pasado 16 de junio del 2011 se celebró la ceremonia de la colocación de la primera piedra para dar inicio a la obra el 20 de agosto del mismo año.
Las nuevas áreas del Museo Tamayo incluyen:
-Casi 700 metros cuadrados más en salas nuevas de exposición,
-Aula educativa de 222 metros cuadrados con oficina, baños propios y acceso directo desde la explanada del museo
-Cafetería con terraza, y tienda/librería, ambas con entrada independiente y el espacio para el acervo documental que podrá ser consultado por el público y se podrá trabajar desde ahí.
-Remodelación de áreas ya existentes como el auditorio que tendrá capacidad para 180 personas, bodegas de arte acondicionadas con sistema de almacenaje de alta densidad, oficinas, y las áreas de museografía y mantenimiento.
-La nueva estructura del edificio del Museo Tamayo incluye rampas y elevadores para ofrecer acceso y movilidad óptima para discapacitados.
La remodelación no han afectado la forma arquitectónica del edificio, pues éste, desde su concepción en los años setenta, fue planeado como una estructura modular, susceptible a expandirse, con base en su reconocida estética de la abstracción, bajo el mismo concepto arquitectónico del proyecto original que alude a una pirámide prehispánica; tres de sus lados tienen taludes de tierra cubiertos de hiedra, lo cual provoca una disminución de la altura perimetral y por tanto se establece una continuidad con el terreno del bosque.