El próximo año los turistas que viajen a Nueva York no podrán asistir a los clásicos paseos a la Estatua de la Libertad. Y es que a partir del 2012 ésta será cerrada con el fin de darle mantenimiento.
El célebre monumento, situado en la isla de la Libertad, al sur de Manhattan y junto a la desembocadura del río Hudson, cerrará, durante el período de un año por reformas, según anunció el secretario de Interior, Ken Salarzar, como recogía ayer la edición digital del The New York Times.
El diario neoyorquino destaca que el nuevo cierre de la estatua se producirá tras haber permanecido antes clausurada durante tres años por otras reformas que se llevaron a cabo tras los atentados del 11-S, con el objeto de hacer las mejoras de seguridad reclamadas por el Servicio Nacional de Parques.
A pesar del cierre es posible que el atractivo turístico abra el 28 de octubre, el día del 125 aniversario de su inauguración (28 de octubre de 1886), por lo que sería cerrada al público al día siguiente.
El responsable del Servicio de Parques de Ellis Island y de este monumento, Vince Swift, señaló que la gran mayoría de los turistas no sube por el interior de la Estatua de la Libertad y aseguró que todas aquellas personas que se desplacen hasta la isla neoyorquina «van a vivir exactamente la misma experiencia» mientras la estatua permanezca cerrada.
La Estatua de la Libertad, que tiene una altura de 46,05 metros desde su base hasta el pico de la antorcha -aunque todo el monumento mide casi 93 metros-, recibe cada año entre cuatro y cinco millones de visitantes. Entre la fecha de su montaje y 1902 funcionó como faro y desde junio de 1933 se encarga de su administración el Servicio de Parques Nacionales de los EEUU.