Con los relojes Alpine Eagle Chopard firma una colección sport-chic contemporánea con un diseño depurado y una mecánica sofisticada. Tras un movimiento cronógrafo con flyback y un calibre de alta frecuencia, el Alpine Eagle amplía su oferta de complicaciones con un modelo con tourbillon volante. De un grosor de tan solo 3,30 mm, el L.U.C 96.24-L es el resultado de los desarrollos de Chopard Manufacture. Sus avanzadas características permiten al Alpine Eagle Flying Tourbillon ser uno de los muy escasos relojes con tourbillon volante en llevar la doble certificación de Cronómetro y Punzón de Ginebra.
Su caja, de un diámetro de 41 mm con correa integrada, ha sido completamente realizada en los talleres de la Casa en Lucent Steel A223, una aleación exclusiva y ultrarresistente de un brillo extraordinario. Su esfera texturada de color azul Aletsch se abre a las 6h sobre un mecanismo de tourbillon transparente y ligero que proporciona al conjunto de esta creación su carácter elegante y personal.
Inspirada por un modelo histórico de Chopard reinterpretado por tres generaciones de hombres de la familia Scheufele, desde su lanzamiento la colección Alpine Eagle no ha cesado de enriquecerse con nuevas incorporaciones. La última hasta la fecha es un movimiento con tourbillon volante puesto a punto gracias a la experiencia relojera de Chopard Manufacture, que celebraba en 2021 sus 25 años de existencia. Hoy, la incorporación de un movimiento L.U.C tan innovador como el L.U.C 96.24-L en el seno de un reloj de la colección Alpine Eagle es el testimonio de la madurez de la Manufacture. El modelo Alpine Eagle Flying Tourbillon es el primer reloj con complicación de la colección Alpine Eagle reconocido con el Punzón de Ginebra.
Un tourbillon en libertad, innovador y certificado.- Un tourbillon volante se caracteriza por la ausencia de puente superior. La jaula del tourbillon, al estar únicamente sostenida por el puente inferior, parece volar creando un efecto de transparencia a través del movimiento. Resultado de los desarrollos del primer calibre de Chopard Manufacture (el L.U.C 96.01-L presentado en 1997) el L.U.C 96.24-L es de una delgadez similar, es decir, de solo 3,30 mm.
Gracias a este movimiento extraplano las proporciones del reloj Alpine Eagle Flying Tourbillon se han optimizado: la caja se ha realizado en solo 8 mm de grosor y los flancos y el bisel se han hecho más estrechos en comparación con el modelo Alpine Eagle Large clásico, ofreciendo una abertura más amplia sobre la esfera. Esta armonía de las proporciones, que desde siempre ha caracterizado a la colección, proporciona al reloj un estilo elegante y delicado, totalmente adaptado a la ligereza de la complicación.
Característica rarísima en un tourbillon, el movimiento L.U.C 96.24-L está equipado con una función de parada de segundos que permite una puesta en hora precisa. Además, esta precisión ha sido certificada por el Control Oficial Suizo de Cronometría, como demuestra la inscripción « Chronometer » situada en la esfera bajo el logo. Además, los relojes con tourbillon volante de Chopard son los únicos del mercado en haber recibido la certificación de Cronómetro y el prestigioso Punzón de Ginebra para esta categoría.
En el mercado de los relojes con tourbillon volante, los de Chopard son los únicos que han recibido no solo la certificación de cronómetro, sino también el Punzón de Ginebra. Este último garantiza la buena factura y el buen funcionamiento de los relojes ensamblados en el Cantón. Grabado en el fondo del reloj, representa las armas de la ciudad de Ginebra formadas por una llave de oro y, sobre todo, un águila: un símbolo que no deja de recordar la inspiración principal de la colección Alpine Eagle.
Gracias a sus dos barriletes superpuestos según la tecnología Chopard Twin, el movimiento garantiza 65 horas de reserva de la marcha y su carga automática se lleva a cabo mediante un microrrotor de oro de 22 quilates cuya densidad contribuye a la estrechez del movimiento. Ejecutado por los artesanos de la Manufacture, cada uno de sus componentes está decorado con Côtes de Genève como prueba de la importancia que Chopard Manufacture concede a los detalles.
Una estética con personalidad.- Con su diseño depurado y personal, la colección Alpine Eagle refleja tanto la riqueza creativa y el espíritu visionario de Chopard como su inspiración en la fuerza de la naturaleza. El modelo Alpine Eagle Flying Tourbillon es fiel a esta estética: una caja redonda de flancos estilizados, una corona grabada con la rosa de los vientos, un bisel con ocho tornillos funcionales indexados, una esfera estampada en tonos oscuros, unas indicaciones luminiscentes y, por último, un brazalete de metal especialmente agradable de llevar.
El Alpine Eagle Flying Tourbillon está realizado en Lucent Steel A223, una innovadora aleación de acero desarrollada por Chopard por sus cualidades antialergénicas, su solidez y su brillo incomparable, que se obtiene a través de un meticuloso proceso de refundición.
Su esfera azul Aletsch texturada está realizada sobre una base de oro macizo con un motivo inspirado en el iris del águila. Este diseño radiante, centrado sobre el tourbillon a las 6h, hace destacar el mecanismo resaltando su perfecta transparencia. Los códigos de la colección se encuentran incluso en los brazos de la jaula del tourbillon, especialmente rediseñados con la misma forma que las agujas de oro de la esfera. Sobre la jaula del tourbillon también está situado el segundero pequeño, cuya aguja ha sido cuidadosamente cubierta de SLN X1 por los artesanos de la manufacture.
Verticalmente integrada en todo su proceso de producción, Chopard lleva a cabo y ensambla internamente todos los componentes de su colección Alpine Eagle, desde el movimiento hasta la caja pasando por el brazalete.