Con una arquitectura renovada, Rolls-Royce Motors presentó el esperado Phantom VIII, un automóvil de octava generación al que muchos comparan con un jet privado que circula sobre las carreteras.
El coche, que promete ser el más avanzado tecnológicamente entre toda la oferta del fabricante de lujo británico, es el heredero de una tradición, la de los Phantom, que comenzó hace un siglo como símbolo de exclusividad y desarrollo de ingeniería.
El nuevo Rolls-Royce Phantom VIII muestra curvas pronunciadas que esconden varios sensores, comenta el sitio Megaricos, incluyendo uno sensible al tacto para uso de los valets, ubicado en la puerta.
Ofrece un frente corto y una parte trasera larga, igual que la saliente, mientras que el acabado lateral es de una pieza en acero inoxidable pulido a mano.
También cuenta con “The Gallery”, una característica nueva que desarrolla el arte de pantalla del coche, con el trabajo de artistas y que se extiende a lo largo del tablero, mientras que el panel de instrumentos es digital en una pantalla TFT de 12.3 pulgadas.
El coche incluye una cámara delantera capaz de escanear el camino y ajustar la suspensión de aire, que refuerza la sensación de ir «volando» sobre la carretera.
El Phantom VIII cuenta con un motor doble turbo V12 de 6.75 litros, capaz de desarrollar 563 HP y una transmisión ZF de 8-velocidades.
Rolls-Royce comenzaría a comercializar el Phantom VIII a principios del 2018, con un precio estimado para el modelo estándar cercano a os 450,000 dólares, subiendo hasta los 600 mil para opciones personalizadas.