Una de las islas más bellas y punto de partida para visitar el Golfo de Nápoles, Capri, fue el lugar mágico y sin precedentes para presentar la colección otoño-invierno 2014.
Pudiendo utilizar el mirador de Cannone, Cartuja San Giacomo o Carthusia, Domenico Dolce y Stefano Gabbana le dieron una placentera y distinguida bienvenida a las nuevas prendas en una cueva secreta, en la que no hubo fotográfos, solo 200 invitados amantes del made in Italy o mejor conocido como alta moda, como Eva Herzigova y Jessica Chastain y por supuesto personalidades del mundo de la moda como Anna Wintour, Alexandra Schulman, Kelly Talamas, entre otras editoras de Vogue alrededor del mundo.
Al ritmo de música de ópera inició el desfile, faldas muy grandes, colores radiantes, estampados arriesgados, joyería, prendas para el cabello, exóticas pieles, con sus clásicos brocados y para finalizar fuegos artificiales que dieron inicio a la after party.
Las pocas fotografías que han salido a la luz provienen del hashtag #DolceGabbanaAltaModa en diversas cuentas de redes sociales , como por ejemplo el Instagram de Stefano Gabbana y Giovanna Battaglia, entre otros invitados.
Se compraron algunos de los diseños apenas termino el desfile, hay que recordar que cada una de las piezas presentadas fue única, es decir nadie podrá tenerla, unicamente las personas que paguen el costo de la prenda, la mayoría costando arriba de 30,000 euros.
Sin duda alguna, Dolce & Gabbana vuelve a poner las miradas del mundo sobre la marca gracias a un desfile íntimo con espíritu mediterráneo y como sus diseñadores lo dijeron:
“Pusimos todo el esfuerzo en hacer una colección única, que comunicará un sentimiento total y generará emoción durante todo el show”