El moderno vestido de Jason Wu, una llamativa prenda en negro y rojo que eligió para Michelle Obama el año pasado, le generó muchas críticas a la primera dama estadounidense.
En aquel entonces se lo consideró demasiado informal para la solemnidad del Congreso, por lo que este año recurrió a un modelo más conservador, diseñado por Azzedine Alaia.
Este año, la esposa de Barack Obama rompió la tradición que ella mismo impuso tras la llegada de su marido a la Casa Blanca: los vestidos sin mangas y con hombros marcados, bien torneados como los que luce a sus 50 años recién cumplidos.
El cambio de look, sin embargo, enfadó a sus seguidores en las redes sociales, cuando observaron que sus brazos estaban cubiertos por una torera rígida, por lo que lanzaron una etiqueta en Twitter para pedir «freedommichellearms».
No es ésta la primera vez que la primera dama elige un modelo de Alaia para una gran ocasión, ya que en 2011 lució uno en una visita al memorial de Martin Luther King Jr. en Washington, y en 2009 otro en la ceremonia en Oslo en la que su marido recibió el premio nobel de la paz.
Según los expertos, el vestido elegido el martes para escuchar a Obama en el discurso sobre el Estado de la Unión destaca por su vuelo -tendencia esta temporada- y un maxicinturón negro, que define la cintura de la primera dama.