La bandera que fue defendida a sangre y fuego por la brigada Zaragoza durante la Revolución Mexicana, está siendo restaurada por profesores y estudiantes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH.
La pieza fue fabricada con motivo de la fundación de la División del Norte, el 29 de septiembre de 1913, y sirvió de estandarte en varias batallas de dicho regimiento comandado por el general brigadier Eugenio Benavides, que peleó al lado del general Francisco Villa.
En 1915, la bandera fue tomada en Celaya por las tropas constitucionalistas de Álvaro Obregón, y en aquel momento este revolucionario se la envió a Venustiano Carranza como trofeo de guerra.
La Sala de Historia del Museo de Armas de la entonces Secretaría de Guerra y Marina la albergó desde principios del siglo XX hasta 1947, año en que fue trasladada a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), posteriormente en 1981 pasó al Museo Histórico de la Revolución Mexicana, en Chihuahua.
Un siglo de constante exposición a la luz y al medio ambiente han ocasionado algunos deterioros en la pieza, los cuales actualmente son atendidos por un equipo de especialistas encabezados por la restauradora Rosa Lorena Román Torres, responsable del Seminario Taller de Textiles de la ENCRyM.
La bandera está confeccionada en raso de seda con urdimbre de algodón y trama de seda. Mientras que el escudo fue realizado al óleo y las letras se hicieron con purpurina de latón.
El lábaro patrio ya tuvo una intervención anterior en 1980, cuando le colocaron una crepelina de seda cosida con hilo rojo del mismo material.