¿Quién dice que las bonitas no sufren a causa de su belleza? Se pensaría que esa es la única premisa que aborda “Razones para ser bonita”, pero va mucho más allá, es una obra que te habla de la complejidad del ser humano y lo complicado de las relaciones entre hombres y mujeres; retratando de manera fiel a las parejas actuales, donde un comentario puede hacer que años de relación se tiren por la borda.
Escrita por Neil LaBute y parte de una trilogía sobre “la belleza” (La forma de las cosas, Gorda y Razones para ser bonita) nos presenta la historia de dos parejas: por una parte tenemos a Stephanía (una magnifica Sophie Alexander-Katz), quien saca todas sus inseguridades al saber que su novio Pepe (Luis Arrieta alternando con Héctor Kotsifakis) considera tiene un rostro “regular”; por otro lado tenemos a Lucia (Ximena Herrera alternando con Aislinn Derbez) quien a pesar de ser bella lucha porque la vean más allá de su físico, y a quien su novio Ricardo (Arap Bethke) engaña con una mujer más joven.
Bajo la dirección de Diego del Río, sobresale en el elenco Sophie Alexander-Katz quien demuestra las razones por las que encabeza este montaje: su gran presencia escénica, una excelente actuación con un absoluto dominio de su personaje (tan natural que pareciera en momentos estar improvisando) y su belleza nada “regular”.
Pude platicar con Sophie sobre la temática de la obra y me comentó: “Mi personaje responde de una manera muy agresiva y podría parecer fuera de toda proporción, sobre reacciona por un comentario que hace su novio sobre su físico, que pertenece a un estándar y por eso ella piensa que el no la ama como ella lo ama a él. La otra cara es la chava bonita, que automáticamente es la tonta del cuento, la misma sociedad es la que dice que está prohibido ser bonita e inteligente y lo que le pasa a las bonitas es que empiezan a jugar ese rol”. agrega “Estamos viviendo en una transición, nuestra generación todavía no se define y por eso es tan difícil establecerse. Nuestra generación es de: no me gustas, a la fregada. Eso no está padre, el compromiso está bien, es importante comprometerte, luchar por algo con alguien, arriesgarte y no mandarlo a la fregada después de dos años de problemática. Se trata de entender al otro, creo que mucho tiene que ver la obra con esto”, afirmó.
Al preguntarle si se consideraba bonita me respondió: “A veces, días si y días no, como la mayoría de la gente. Cuando decidí ser actriz, pensé que iban a creer que lo quería ser para ser bonita, para salir en la tele, entonces decidí no hacerle caso a mi físico, no cultivarlo y opacarlo para que los demás vieran que soy inteligente, así lo hice por muchos años. Hasta que cambié gracias a un manager que me dijo échale ganas a tu físico, explota lo que tienes, la gente ya sabe lo que puedes hacer, ya basta”.
Sustituyendo a Luis Gerardo Méndez en el papel de Pepe, me sorprendió la sensible interpretación de Luis Arrieta, quien además de demostrar con este personaje ser un gran actor también es escritor y está a punto de estrenar su segundo guión con la película “Detrás del poder”. Opina que siempre se ha juzgado a la gente por ser bonita o por ser fea, lo considera algo humano con lo que no te puedes pelear, pero piensa lo importante es tener la inteligencia de no quedarte con solo lo que ves, con esa primera impresión. Me dijo que aunque “Razones para ser bonita” es una obra comercial donde la gente se divierte, consigue tocar al espectador, conmoverlo y hacerlo pensar, en eso estoy completamente de acuerdo.
Razones para ver esta obra sobran, se presenta en el Teatro San Jerónimo en Periférico Sur 3400. Viernes a las 8:45pm, sábados 6 y 8:45pm y domingos a las 5:15 y 7:45pm.