El cuidado de un reloj fino no debe ser algo que se pase por alto. Si no tienes tiempo de llevarlo con un especialista, no te preocupes, aquí te damos algunos consejos que serán de gran ayuda.
• Limpia el cristal del reloj con un paño suave, que no deje pelusas, y sin productos químicos.
• Evita todo contacto directo con disolventes, detergentes, perfumes y productos cosméticos que pueden dañar la correa o la caja.
• Evita las temperaturas extremas, así como los cambios bruscos de temperatura. Los materiales pueden sufrir dilataciones o incluso condensación lo que mojaría la maquinaria.
• El lugar ideal para guardarlo es una caja con cojinetes. La mejor posición es cerrarlo y dejarlo de lado.
• Cuando pases por un detector de metal, quítate el reloj, el magnetismo podría desajustarlo.
• Si tu reloj es sumergible lo mejor es que la correa no sea de piel sino de caucho o metálica.
• Los saltos irregulares de la aguja segundera, nos indica que se está agotando la batería. Es recomendable cambiarla antes de que se agote.
• Después de un día en la playa es importante limpiar el reloj con agua dulce para eliminar los restos de arena y sal de mar.
• Los imanes pueden perjudicar el buen funcionamiento de tu reloj.
• Es recomendable que cada cinco años se le dé mantenimiento a los relojes mecánicos y se remplacen los empaques.
• En lo posible, no abras tu reloj, y ante un daño o mal funcionamiento llévalo a un relojero experimentado.