Girard-Perregaux lanza Tourbillon Bi-axial Tantalio con tres puentes de Zafiro una visión del tiempo en la que impera la precisión, tanto técnica como estética.
Esta nueva joya relojera está inspirado en un reloj de bolsillo Tourbillon de 1860, una nueva edición limitada de tan solo 12 ejemplares.
Para este Tourbillon bi-axial se ha elegido el tantalio para transfigurar el patrimonio Girard-Perregaux en una visión vanguardista.
El tantalio es un metal color gris-azulado, pesado, dúctil, muy duro y resistente a la corrosión, se utiliza generalmente en la industria química, electrónica y aeroespacial.
El metal aporta, además de sus ventajas tecnológicas, un aspecto masculino y moderno al reloj.
Los tres puentes tallados en zafiro determinan la estética pura y el carácter firme del reloj. ligeros e imponentes, los relojes presentan un acabado negro metalizado que acentúa su volumen, creando un efecto visual sorprendente. el oro, el acero, el glucydur y el titanio grado 5 aportan sus propiedades para optimizar el mecanismo de tourbillon bi-axial y destacar sus componentes. fascinante por su delicadeza.
Las dos jaulas de más de 110 piezas sólo pesan 0,8 gramos. La platina con su guillo circular tradicional contrarresta su acabado gris galvánico, mientras que el barrilete luce una decoración en elipse, característica del famoso reloj de bolsillo con tres puentes paralelos niquelados, realizado por Constant Girard hacia 1860.
Visible por ambos lados de la caja, la rotación bi-axial del tourbillon es fascinante. Oscilando con precisión, el dispositivo está equipado con dos jaulas concéntricas que permiten al órgano regulador efectuar rotaciones pluridimensionales, compensando así las desviaciones de marcha debidas a la gravedad.
La jaula interna que lleva el volante, el espiral y el escape, da una vuelta completa en cuarenta y cinco segundos. Mientras que la jaula externa efectúa una revolución en un minuto y quince segundos en un segundo eje. esta oscilación de posiciones garantiza una excelente precisión.
Inspirándose en sus orígenes de finales del siglo xix, esta nueva edición del Tourbillon bi-axial crea un vínculo entre las épocas. El reloj evoca un savoir-faire de manufactura excepcional.
El reloj de bolsillo de Constant Girard inauguraba en esa época una nueva visión de la alta relojería, coronada con un primer premio en el observatorio de neuchâtel, así como de una distinción en la exposición niversal de París en 1867.
Hoy en día, la nueva creación de Girard-Perregaux es una emotiva dedicatoria a este patrimonio, por la audacia de su reinterpretación. Prueba de que los relojeros y diseñadores de marca disponen de este talento que supone reinventarse sin renunciar a la riqueza de la historia.