El Spitbank Fort y dos fuertes más se construyen entre 1861 y 1880 para defender Portsmouth, puerto de amarre de la Armada británica, de una invasión francesa, pero la historia cuenta que nunca se dispararon sus cañones, por lo que acabaron convirtiéndose en un decorado para los barcos, ferrys y veleros que navegaban por el canal que separa la ciudad inglesa de la isla de Wight.
En los años ochenta, el Ministerio de Defensa los puso en venta y el Spitbank Fort, el mas pequeño de los tres, fue comprado por unos inversores privados, que trataron de rentabilizarlo como restaurante. Esta aventura no tuvo mucho éxito y duro muy poco. Ahora esta isla artificial es desde el pasado septiembre un hotel de lujo para el que hay lista de espera. Una historia que cambio su destino.
Este primer hotel alojado en el medio del mar ha despertado un gran interés. Cuenta con ocho espaciosas suites que pueden dormir 18 huéspedes. El empresario británico Mike Clare, compró la fortaleza en 2009 por más de un millón de euros y la reformó en escasos dos años, aunque se tuvo que retrasar la apertura en más de una ocasión. ¿Y por que? y lo de suponer, al estar en medio del mar, tiene sus complicaciones, como bien lo señala el director del hotel, Mark Watts, que comenta que su próxima aventura será gestionar, además, el museo marítimo y el spa-hotel en el que se convertirán los otros dos fuertes, de mayor dimensión.
Uno de los muchos encantos del hotel es que conserva su vieja fisonomía, que parece escenario de una película de James Bond. Desde el vestíbulo se accede al Victory Room, un bar con capacidad para 60 personas, con techos abovedados de ladrillo que cuelgan los ganchos de hierro que servían, con la ayuda de poleas, para apuntar los cañones e izar los proyectiles. En otra estancia se guardan los recipientes donde los soldados se lavaban y en otra, una caja de fusibles. Además, todavía se ven en diversos tramos, los raíles para transportar la pesada artillería. El mobiliario, se compone de discretos y modernos sofás bajos y sillones de cuero. Todo pensado precisamente en no competir con el pasado del lugar.
En el centro del fuerte hay un patio distribuidor, que conduce, escaleras abajo, hasta un gimnasio, una sala de juegos y una bodega donde antes se guardaba la munición. en la parte superior se encuentran los camastros para relajarse y tomar el sol, otro bar, pero con un diseño y protegido por ventanales, una parrilla y un jacuzzi, que se encuentra en el agujero que dejó otro cañón. Por la noche, se vacía y sirve para encender una fogata, que no siempre se puede encender por el tiempo.
Para llegar a este increíble hotel es en su barco privado. Un lugar original para quedarte unos días y disfrutas de esta única experiencia.
Más info: Habitación doble desde 575 € / noche. Fuerte completo desde 6.500 € / Noche. www.spitbankfort.com