Nueva York, la ciudad que nunca duerme hoy en día cuenta con un lugar ideal para el relax total y poder escapar por un rato de tanto movimiento y vicio. Este lugar se llama Ancient Baths, unos baños de estilo grecorromano diseñados para olvidarse del mundo.
Este proyecto fue gracias a la idea de tres empresarios españoles, Armando Prado, Adrián Atance y Amos García, que llegar a la Gran Manzana con el pensamiento de replicar el modelo de baños árabes iguales que sus tres establecimientos en España; Aire de Sevilla, Aire de Barcelona y Aire de Almería.
Lo primero que buscan estos españoles es un edificio único. En Sevilla sus baños árabes se encuentran en una casa-palacio del siglo XVI en pleno barrio de Santa Cruz, y es por ello que en Nueva York encontraron el lugar ideal para alojar los Ancient Baths, una antigua fábrica textil de finales del siglo XIX, en el barrio de Tribeca, una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
Estos baños ocupan la primera planta y el sótano. La decoración es sobria y cálida, con una mezcla de detalles arquitectónicos clásicos, toques de inspiración árabe como las populares lámparas de Tánger, los espejos de Jordania y el persistente aroma industrial del edificio. Se ha respetado el ladrillo cara vista y las espectaculares columnas de hierro forjado típicas de las construcciones del Soho y Tribeca, y se han transformado en mobiliario maderas que fueron parte del andamiaje del puente de Williamsburg.
En el sótano, que un gran espacio abierto es donde se ubican los baños, que siguen la tradición grecorromana: el flotarium, una piscina con un alto contenido de sal, en la que el cuerpo flota; el caldarium, con agua muy caliente, aproximadamente a 40º C; el frigidarium, con una piscina entre 8º y 15º C y otra entre 8º y 2º C; y el tepidarium, una amplia zona con agua templada. Además, hay un gran hammam, una piscina-jacuzzi y varias salas acristaladas para masajes.
A partir de este otoño, existe un área separada donde recibir los tratamientos que son rituales con aceite de oliva, vino o champán, los cuales incluyen baños con esos productos, masajes o tratamientos faciales.
Ancient Baths ha significado una inversión de casi 10 millones de euros y, desde su inauguración a principios del verano, se ha consolidado como uno de los destinos más demandados de la ciudad. Incluso sus creadores están explorando la posibilidad de llevar la idea a Chicago.
Más info: www.ancientbathsny.com
88 Franklin Street.
Tribeca. Nueva York.