Andy Warhol (Pittsburgh, 1928-Nueva York, 1987) a sus 32 años, allá por el año 1962, explicaba de dónde había surgido una de las obras de su primera exposición en Los Ángeles. “Durante 20 años he cenado lo mismo cada noche”. A lo que se refería, el artista más conocido del Pop-Art, es a las famosas sopas de lata de la marca norteamericana Campbell, que había plasmado en 32 lienzos, en los que reflejaba 32 variedades de la receta, expuestas juntas, como si estuvieran en la estantería de un supermercado.
“32 Campbell’s Soup”, que ayudó a popularizar el incipiente Pop-Art, es una de las creaciones más conocidas de la carrera de Warhol. Además, convirtió a la archiconocida lata en icono de la cultura norteamericana.
Medio siglo después, la compañía, fundada en 1869, ha lanzado una edición limitada de sus sopas, inspirándose en el colorido de la obra de Warhol y en sus series de imágenes múltiples de Elizabeth Taylor y Jackie Kennedy, entre otras.
La serie del aniversario se compone de cuatro latas de sopa de tomate con etiquetas de colores diferentes y que, en la parte de atrás, muestran cuatro pronuncias de Warhol: “El Pop Art es para todos”, “El mundo me fascina”, “En el futuro todo el mundo disfrutará de sus 15 minutos de fama” y “Siempre he dicho que uno es soledad, dos, una multitud y tres, una fiesta”.
Una ocasión única de poner al alcance de todo el cotizado universo Warhol en un escenario, el supermercado, esencial en la cultura de masas y el Pop-Art, opina la empresa norteamericana. “Tiene sentido que 50 años después celebremos el legado de dos iconos de la cultura americana, Warhol y la sopa Campbell, cerrando el círculo al llevar el arte de Warhol a esas mismas latas que le inspiraron”, ha declarado Michael Hermann, director de The Andy Warhol Foundation, encargada de producir las latas.
A la venta desde este mes en los principales supermercados de Estados Unidos, cada una cuesta 0,75 dólares.
Y seguramente que esta vez Campbell se quedará con alguna de ellas, para que no le suceda como 50 años atrás, cuando se quedó sin ninguna de las telas de aquel ilustrador prácticamente desconocido y por cuyas obras hoy se pagan hasta 37 millones de dólares.
La empresa, que desde aquella primera muestra de Warhol colaboró con él en diferentes ocasiones, no adquirió hasta 1993 una de las famosísimas latas. Eligió la Tomato Soup, que desde entonces adorna la sede de la empresa en New Jersey.
Más info: www.campbellsoupcompany.com