La historia del mezcal Cha cha cha logra trasladarnos a aquellos años en los que el mezcal no era “tan bien visto” por los comensales en la ciudad de México, algo que por suerte ya es cosa del pasado.
La vida de este mezcal nace justamente del anonimato y de los botes sin marca que se vendía a granel en el pueblo.
Cha cha cha nace en Santiago Matatlán, Oaxaca, hace más de 250 años, en aquel entonces su nombre era lo que menos importaba.
Hace unos años, al preguntarle a Don Margarito (agricultor campesino de nuestro agave) que si le parecía bueno el mezcal que hacemos con su agave, este respondió: “Cha cha cha” (queriendo decir: “muy, muy, muy” bueno, en zapoteco).
De ahí que el primer paso para darle paso a la fama fuera ponerle un nombre, que además surge de un poema zapoteco que relata la historia del mezcal desde sus inicios.
Central Mezcalera, fue la casa que encontró en esta tradicional bebida oaxaqueña y que en breve la lanzó a distintos rincones del país.
Hoy, estos famosos mezcales, son hechos de manera orgánica y sustentable, ya que respetan la vida natural del maguey y su ciclo completo; no utilizan fertilizantes ni pesticidas químicos y no alteran genéticamente las plantas para explotarlas imprudentemente.
Cha cha cha cuenta con 4 etiquetas en presentaciones de 750 ml: Joven 38º, Joven 45º, Reposado y Añejo. Actualmente se pueden encontrar en los principales puntos de venta y centros de consumo.
Cha cha cha mezcal Joven 38º: este mezcal es suave, con una refinada graduación alcohólica. Ideal para quienes gustan del elevado sabor del agave espadín pero no están acostumbrados a las bebidas con alta graduación alcohólica.
Cha Chas Cha mezclal Joven 45º: es de color cristalino, combina los mejores agaves y métodos ancestrales. Es perfecto para quien conoce los misterios del mezcal tradicional.
Chá Chá Chá mezcal Reposado: el color ligeramente dorado por los 8 meses que guardo reposo en barricas de roble blanco. Tomarlo congelado realza su suave sabor a maguey espadín y madera.
Cha cha cha mezcal Añejo: es de intenso color ámbar, añejado por 1 año en barricas de roble blanco. Representante de la armonía perfecta entre el maguey espadín y la madera. Es elegante a la vista, gusto y olfato.
Dónde encontrarlo: La Europea, La Naval, City Market, Fresko, Bottega Culinaria, entre otros.
Restaurantes que lo ofrecen: Dulce Patria, Paxia, Non Solo, Primos, Brick, Lilit, Habita, Condesa D.F., Padrinos, Sobrinos, Cervecería de barrio, entre muchos otros.