El ex jugador de rugby Tony Nicklinson murió a la edad de 58 años después de una batalla contra el gobierno y su derecho a morir.
En el 2005 Tony Nicklinson quedó paralizado del cuello hacia abajo en un accidente cerebrovascular.
“La mayor parte de mi cuerpo está paralizado, pero mi mente está como estaba antes del accidente. Todo lo que puedo mover es mi cabeza y el accidente se llevó mi poder de hablar. Ahora hablo con la gente con un tablero de deletreo o una computadora operada por mis parpadeos”, dijo a CNN en una entrevista en junio.
Después del accidente Tony Nicklinson comenzó una batalla legal con el fin de que se le diera el derecho a la eutanasia.
Sin embargo la Corte Suprema en Inglaterra falló en contra de esta petición.
Según su abogada Saimo Chahal, a Nicklinson se le rompió el corazón después de que la Corte emitiera su fallo.
Su esposa, hermana e hijas estaban con él cuando murió, dijo la abogada.
“Fue valiente, determinado y luchador hasta el final”, dijo Chahal añadiendo que había sido “un absoluto privilegio” representarlo.
Antes de morir, Tony Nicklinson que era usuario de la red social Twitter se despidió de sus más de 50 mil seguidores con el siguiente mensaje: “‘Goodbye world the time has come, I had some fun” “Adiós mundo, el momento ha llegado, me divertí”.
“Yo digo que donde una persona tenga la habilidad mental, debe tener la opción de su propia vida o muerte. La única diferencia entre ustedes y yo es mi inhabilidad para tomar mi propia vida” dijo en una entrevista Tony Nicklinson.
Hasta ahora países como Holanda, Bélgica, ya han legalizado la eutanasia, de igual forma lo realizó el Estado de Oregon en E.E.U.U.
Suiza y Colombia tienen legislado que la eutanasia no es un delito, pues ayuda a las personas en fase terminal a morir, siempre que se haya realizado una autorización clara y precisa.
Uno de los casos más famosos de eutanasia fue el de el español y tetrapléjico Ramón Sanpedro. Su historia fue inspiración para la cinta “Mar Adentro” de Alejandro Amenábar.