¿Qué te parece para estas vacaciones un viaje completamente diferente? En la localidad francesa de Albi, en los Midi-Pyrenées, muy cerca de España, no es un lugar que además de haber visto nacer a Toulouse Lautrec, sus calles, puentes y jardines son una epítome de historias románticas y remotas.
Preciosos paisajes de viñedos, allí se produce el vino de Gaillac, con colosales ciudades medievales es lo que encontrarás en el distrito de Tarn. Y es aquí donde se ubica Albi, una ciudad que durante la Edad Media, nació una nueva doctrina cristiana y revolucionaria: el catarismo, y que se extendió hasta Aragón y que constituyó una amenaza para los intereses de la Iglesia Católica.
Por esta razón, la historia nos cuenta que hubo una persecución que terminó en el año 1282 de nuestra era con la construcción de la catedral de Santa Cecilia. Cuando descubrís esta hermosa edificación no te dejará indiferente las tallas del pórtico Dominique de Florence, la torre campanario de 78 metros de altura, las pinturas renacentistas de la bóveda y el inmenso órgano, que en los meses de verano (julio y agosto) se utiliza para sus hermosos conciertos.
Al lado de la catedral se levanta el Palacio de la Berbie, del siglo XIII, convertido desde 1922 en el Museo Toulouse Lautrec, que encontrarás la mayor parte de su obra. Te recomiendo que no dejes de visitar los espectaculares jardines franceses que hay detrás del palacio, desde donde podrás observar la extraordinaria vista de la otra orilla del río Tarn cruzado por el Puente Antiguo, que data de 1040. Después, sumérgete por sus empedradas calles bordeadas de casas señoriales, que pertenecían a los comerciantes del lugar.
Otra de las monumentales edificaciones que debes visitar es el Castillo Mauriac cuya historia cuenta que Guiraud de Mauriac, el Caballero de la Orden del Temple, construyó este castillo en el siglo XIII sobre una colina que dominaba las llanuras de Gaillac, cerca de Albi. Siete siglos después el pintor francés Bernard Bistes se convertía en el heredero. El talento y las manos de Bernard consiguieron devolverle el esplendor perdido que le ha valido la calificación de monumento histórico.
Te recomendamos llegar a Albi por el aeropuerto más cercano que es el de Toulouse. Para hospedarte hay un pequeño hotel (3 estrellas) con encanto situado en el centro histórico de la ciudad que se llama Les Pasteliers. No dejes de comer en L’Esprit du Vin, restaurante que en 2006 su chef, David Enjalran, consiguió una estrella Michelín. El precio oscila entre los 30 euros a la hora de comer y los 98 euros en la cena, con menú degustación. Y no te pierdas los famosos vinos de Gaillac que son las cepas, de tiempos romanos han dado lugar a denominación de origen AOC.