El tiempo, inmortal e infinito, late como un corazón casi siempre oculto y escondido, sólo perceptible en su continuo tic tac; pero siendo un corazón preciso, como lo es siempre la relojería suiza de la mano del diseño italiano del gran maestro Daniel Roth es sin duda un reloj que es para lucirlo y escucharlo como a un corazón.
Un reloj que cuenta con un dispositivo de tres martillos, de cuerda manual, grandes dimensiones y un total de 327 componentes, el modelo Carillon Tourbillon es, como suelen ser los modelos de la firma Daniel Roth de Bvlgari, un reloj de mecanismo complejo que suena a música por el sonido que le han dotado los maestros relojeros como una pequeña y delicada orquesta.
En caja de oro rosa y esfera en cristal de zafiro junto al tourbillon, mecanismo en alternancia de aceros y superficie en metales nobles como el platino.
Un reloj en el que ver y oír el paso del tiempo y recordar que cada minuto cuenta, que cada hora y cada día han de ser vividos como horas y días únicos que no se repiten y son para vivirlos.