Es uno de los personajes de 2011 de quien mas se sintió la pérdida. Y por esta razón, fue inmortalizado a través de una escultura de bronce.
Se trata de Steve Jobs, fallecido el pasado 5 de octubre, quien ha sido homenajeado en una estatua de bronce de 2,2 metros de altura que fue descubierta en un parque tecnológico de Budapest, Hungría, por iniciativa de una empresa informática húngara a la que el cofundador de Apple dio su apoyo hace años.
Al parecer, esta estatua, que muestra a Jobs con un iPhone en la mano, es la primera dedicada al empresario en el mundo.
Recordemos que este no es el primer homenaje que se hace a Jobs en el país centroeuropeo, ya que hace tres semanas el servicio postal húngaro emitió 5.000 ejemplares de un sello para coleccionistas con su retrato.