Con un aspecto mucho más saludable, la ex actriz de Transformers se siente «feliz» de haber recuperado sus curvas. Es que a la modelo últimamente se la veía muy delgada y hasta llegó a declarar que podía pasarse una semana sin probar bocado.
Según publica el portal Europapress, la actriz logró aumentar dos kilos y se encuentra completamente feliz tras haber recuperado sus curvas. No obstante, sigue cuidando su cuerpo sanamente. Fox realiza dos sesiones de cardio tres veces a la semana y acude a clases de yoga y pilates.
Además de sus rutinas diarias, Megan entrena con su marido Brian Austin Green, que la convenció para trabajar su cuerpo con ejercicio cardiovascular y pesas. “Él siempre se está entrenando y convenció a Megan para que hiciera lo mismo. Ella hace cardio, además de pilates y yoga”, añade el magazine.
“Megan Fox no sigue su dieta de manera tan estricta el fin de semana y se da algún que otro capricho. Durante la semana sigue una rigurosa dieta de proteínas acompañadas de ensalada y verdura”, han contado sus amigos a la revista «Now».