La actriz Demi Moore, de 48 años y madre de tres hijos, asistió sola a la gala de Samsung Hope For Children en Nueva York. Enfundada en un Louis Vuitton negro, con zapatos y accesorios de Jimmy Choo se mostró bella y brillante como siempre, pero mucho más delgada que lo habitual para quien ha devenido en ícono de perfección física y sensualidad, envidiada hasta por las mucho más jóvenes.
La actriz de “Ghost” podría estar pasando un momento de crisis conyugal con su esposo Aston Kutcher, quien podría haber estado ausente de la gala por estar en Los Angeles como presentador del MTV y preparando su rol como reemplazo de Charlie Sheen en la serie “Two and a half Men” pronta a comenzar. No obstante, en el ambiente se observa que hace mucho que no se los ve juntos y que el modo de comunicarse en sus respectivas cuentas de Twitter se ha enfriado notablemente.
La actriz, que soporta normalmente causas de apoyo a la niñez, en esta ocasión compartió la alfombra roja de la décima gala del Samsung Hope for Children asistieron también otras celebridades tales como Jennifer López, Kevin Jonas y Marc Anthony.