La Orquesta Real holandesa, al ritmo del clásico Cumpleaños feliz, fue la que dio comienzo al espectacular concierto para celebrar el cuarenta cumpleaños de Máxima de Holanda diez días después de su aniversario, el 17 de mayo, en el Concertgebouw de Ámsterdam.
La princesa apareció exultante con un vestido caracterizado por su color naranja, en honor a los Orange, así como por su escote asimétrico. Su atuendo fue complementado con un broche de pelo, perteneciente anteriormente a la Reina Emma, de diez ramilletes de hojas de diamantes con brillantes en “pendentif”.
Máxima contó con la presencia de su marido, el príncipe Guillermo, la Reina Beatriz y algunos de sus seres más queridos como sus padres, Jorge y María Zorreguieta, que viajaron desde Argentina para estar junto a su hija en tan señalado día. También lo hizo su hermano, Martín, aunque no pudieron acompañarla sus otros dos hermanos, Juan e Inés.
También acudieron a la gran fiesta miembros de la mayoría de las Casas Reales europeas, representantes de los más diversos sectores de la sociedad holandesa y ciudadanos, que agotaron las entradas seis meses antes del evento. En total, se calcula que asistieron al acto unas mil doscientas personas.