A sus 39 años, Shaquille O’Neal puso el punto y final a una carrera que duro nada menos que 19 temporadas, en las que acaparó cuatro anillos, 15 All-Stars, 1 títulos de MVP de la temporada regular y 3 MVP de las finales, además de todo el aprecio de la afición al mundo de la canasta.
Tras dejar la Universidad de Lousiana State, el jugador nacido el 6 de marzo de 1972 en Newark (Nueva Jersey), fue elegido número 1 del draft de 1992 por los Orlando Magic. En la flamante franquicia de Florida tuvo un impacto inmediato, promediando 23.4 puntos y 13.9 rebotes con espectaculares mates e intimidantes tapones y siendo elegido Rookie del año.
Frustrado por jugar en un equipo por debajo de su nivel, Shaq firmó en 1996 un contrato con unos Lakers que habían conseguido en el draft de ese año a un joven Kobe Bryant.
Pero no logró el anillo hasta cuatro años después, en el año 2000, en la primera temporada de Phil Jackson en el banquillo angelino. Los Lakers vivieron la explosión definitiva de Kobe Bryant, que unida a la mejor temporada individual de Shaq, pusieron en bandeja el anillo para los Lakers.
Shaq fue traspasado al término de la 2003-2004 a Miami, esta vez para ser campeón en 2006. Sería el canto de cisne de O’Neal, una de sus últimas temporadas de dominio absoluto de la liga, la última por encima de 20 puntos de promedio.
Las últimas temporadas de Shaq deslucieron unas estadísticas propias de un “hall of famer”. Aun así, los 23.7 puntos y los 10.9 rebotes a lo largo de 19 temporadas, están al alcance de muy pocos jugadores. Se va el mejor pívot de los últimos 20 años.