La top model contrató a un chamán para que la libere de las «cosas raras» que suceden en su mansión del norte de Londres.
Convencida de que «la energía del diablo» la rodea, Kate quiere desembrujar la casa donde vive con su novio Jamie Hince y su hija Grace Lila de siete años, después de vivir ultimamente varios episodios por demás extraños.
Un allegado a la pareja, reveló al diario británico The Sun:»Jamie es supersticioso y cree en lo sobrenatural y la ha convencido de que hay un ente paranormal en la casa que necesariamente tiene que ser eliminado por un sacerdote chamán».
En mayo, mientras dormían, sufrieron el robo de una obra original de Bansky, el graffitero más importante del mundo, valorada en más de 90.000 dólares. Pocos días después parte de la mansión se inundó con aguas residuales y los daños causados fueron valorados en 115.000 euros ya que gran parte de la residencia quedó completamente enterrada por el fango.