El tiempo es uno de los factores fundamentales a la hora de catar un buen vino. Hay que tener paciencia y concentrarse en el acto de beber. Si se centra toda la atención en el vino mirándolo, oliéndolo y probándolo se tendrá la posibilidad de experimentar todos sus matices.
La forma más lógica de abordar un vino es a través de la vista, el olfato y el gusto. Lo más difícil de apreciar un vino consiste en describir verbalmente con detalle y precisión las sensaciones percibidas en la degustación.
Si se va a realizar la cata de varios vinos, deberías empezar por los blancos, continuar por los rosados y finalmente los tintos; y dentro de un mismo grupo, primero los secos y luego los dulces; los más ligeros antes que los más estructurados:
Comprueba que el vino esté a la temperatura correcta, utiliza copa de cristal fino y transparente (sin tallar), elige un lugar con buena luz y buena aireación, no uses perfumes pesados y llena la copa sólo un tercio de su capacidad (medida ideal para catar).