- Desde un vino Rosado, un Chardonnay o hasta el primer Malbec Blanco, no pueden faltar en la mesa para hacer de este 10 de mayo un día inolvidable.
El Día de las Madres es una de las celebraciones más importantes para los mexicanos, ya que es una oportunidad más de agradecer a la mujer que nos dio la vida. Ya sea con flores, chocolates, su comida favorita o un delicioso vino, las opciones son infinitas cuando se trata de regresarle un poco de todo lo que nos ha dado a lo largo de los años.
Por ello, para celebrarla y consentirla, te compartimos cinco opciones de vinos dulces, refrescantes y fáciles de maridar que no pueden faltar en la mesa para hacer de este 10 de mayo un día inolvidable.
Casillero del Diablo Reserva Rosé es un vino que conquista por su marcado frescor, encanta además por su ligereza desde un comienzo. Posee un balance perfecto entre acidez, mineralidad y delicadeza. Resulta ideal como aperitivo, para acompañar quesos, sushi y salmón. Se recomienda tomar a una temperatura de 8 a 10ºC.
Un vino dulce y fresco, es el Sweet Red de Viña Maipo. Su color rojo violeta brillante y sus notas florales que se equilibran con moras, ciruelas y cerezas negras, lo hacen ideal para tomarlo como vino de postre o acompañar frutas frescas, postres y pasteles con mermeladas rojas.
El favorito de mamá, Lambrusco de Reservado es un vino dulce y frutal con agradable acidez y burbuja fina que otorga frescura al beberlo. Su color rojo rubí con destellos cerezas y sus notas a fresa, grosella y rosas, se acompañan idealmente con pastas, pizzas, jamón de parma, quesos maduros y comida especiada.
Un vino imperdible definitivamente es el White Malbec de Trivento, una increíble innovación del mundo del vino que sorprenderá hasta los paladares más exigentes con sus notas aromáticas de durazno, manzana verde y cereza, con un final fresco y frutal. Es el perfecto acompañante de platillos fríos como una ensalada capresse o un delicioso sushi.
Otra gran opción es el Chardonnay de Trío, un blend de Chardonnay, Pinot Blanc y Pinot Grigio, con intensas y deliciosas notas a fruta fresca como el durazno blanco, que combina a la perfección con suaves toques cítricos. Brinda un final en boca fresco y suave, maridando idealmente con variados tipos de pescados, mariscos y carnes blancas.
No se necesita ser un experto en vinos o preparar una comida muy elaborada para descorchar y degustar un vino, cualquier ocasión es la ideal para crear momentos inolvidables.