Es un lugar sorprendente que causa la admiración de todo aquel que se acerca a ella. La Gran Muralla tiene más de 2200 años. Pero eso es poco si se considera que esa gran serpiente de argamasa se estira por 6.400 km., de la frontera con Corea al desierto de Gobi.
Pero sus ramificaciones llega a los 7.300 km. Número increíbles. Pero hay más: la extensión de la muralla podría unir Madrid con Moscú y si se pusieran sus ladrillos en línea sobrarían para dar la vuelta a la tierra varias veces. Fue construida, continuada y reconstruida por diferentes dinastías, se trabajó en ella durante más de 1.000 años.
El muro tiene una altura de siete a ocho metros, llegando a diez en algunos puntos. La cima es una suerte de carretera con un ancho de seis metros. En algunos lugares, el muro se hace más angosto y en otros, toma una inclinación preocupante. Para visitarla, es mejor esperar a que pasen los juegos, ya que según las autoridades chinas el turismo olímpico ha hecho crecer en número de visitantes un 30 %, llegando a congregar a 70 mil personas cada día.