El icónico Golden Bridge de Corum, que fascina y seduce por igual desde hace más de 35 años, se presenta por primera vez en su historia una caja redonda de 43 mm de diámetro.
Su movimiento baguette, a medio camino entre la micromecánica de última generación y la arquitectura monumental, dibuja un puente simbólico inspirado en el célebre Golden Gate de San Francisco.
La limpidez del zafiro revela una obra de orfebrería que reproduce en miniatura y hasta el más mínimo detalle la estructura del puente colgante californiano y está disponible en dos modelos de series exclusivas muy limitadas, de oro rojo y oro rojo con engastes.
En este modelo diseñado como un puente entre dos universos de excelencia, la relojería y la arquitectura, confluyen el rectángulo y el círculo, lo microscópico y lo macroscópico, con dimensiones ínfimas que reproducen con asombrosa precisión las líneas del monumental puente
La primera versión es de oro rojo de 18 quilates, la segunda realzada con 84 diamantes que suman un total de 2,14 quilates. La caja redonda y hermética hasta 30 metros deja el interior al descubierto gracias a la transparencia del zafiro, en los laterales y fondo. Además, el anillo que rodea los flancos también es de cristal.
Este reloj, paradigma relojero de dos oficios creativos que comparten un infinito dominio técnico elevado a arte, reproduce los atributos del famoso monumento de San Francisco en miniatura.
El calibre exclusivo CO113, un movimiento mecánico de cuerda manual que dispone de un volante de inercia variable y de un barrilete con bridas deslizantes, funciona con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.
Provisto de una autonomía de 40 horas, ofrece funciones de horas y minutos, marcadas por elegantes agujas facetadas y finos índices con apliques, mientras que el brazaleta es de piel de aligátor negro con hebilla de oro rojo.