Aeroméxico, la aerolínea bandera de México y con más de 80 años de historia, recibió al Stinson modelo SR-5A, el primer avión que integró su flota. Este equipo, con capacidad para cinco pasajeros, y matrícula XB-AJI, realizó el primer vuelo de la aerolínea en la ruta directa Ciudad de México – Acapulco, el 14 de septiembre de 1934.
Este primer vuelo estuvo a cargo de Julio Zinser, primer piloto que tuvo licencia comercial para volar en México. El Capitán Zinser piloteó el Stinson SR-5ª, sobrevolando Chalco-Cuautla-Iguala-Chilpancingo y finalmente el puerto de Acapulco, Guerrero. El vuelo tuvo una duración de 1 hora con 40 minutos, y fue el primer servicio aéreo regular y sin escalas operado por una aerolínea nacional.
A su llegada fue recibido por Antonio Díaz Lombardo, empresario mexicano y fundador de Aeroméxico, quien le dio un fuerte impulso a la aerolínea a partir de ese año, haciéndola crecer rápidamente durante las siguientes décadas. Para 1955, la aerolínea ya contaba con oficinas en 21 ciudades del país y dos en Estados Unidos, y su flota sumaba 15 aviones. En 1957, inauguró su primer vuelo internacional en la ruta Ciudad de México – Nueva York.
En 2014, se presentó la oportunidad para que Aeroméxico trajera de vuelta a su primer avión, y dio inicio a esta tarea que le tomaría dos años en completarse. La Fuerza Aérea Mexicana y la Dirección General de Aeronáutica Civil, en conjunto con Aeroméxico, fueron piezas fundamentales para este trabajo.
El 27 de mayo de 2016, el Stinson salió de Manassas, Virginia para dirigirse hacia la Ciudad de México, en un viaje que duró una semana, con 13 escalas en distintos aeropuertos de Estados Unidos y México. A través de un documental dirigido por el director y guionista español Miguel Catalán, Aeroméxico celebra el regreso de esta leyenda de 82 años de antigüedad, recordando desde su fabricación hasta su vuelo de regreso a casa en la Ciudad de México.
Hoy en día, el avión luce exactamente como lo hizo en su primer vuelo en 1934, y esto gracias al trabajo del equipo de mantenimiento de Aeroméxico, en conjunto con la Fuerza Aérea Mexicana, que juntos pintaron el avión con los colores originales de su vuelo inaugural, y realizaron una revisión técnica para que la leyenda pudiera continuar volando en México. Se verificó el motor, fuselaje, cabina, controles, pintura utilizada, métodos de aplicación y el logotipo, para que luciera como la primera vez.
Hoy en día, Aeroméxico cuenta 45 destinos en México y 44 destinos internacionales en tres continentes, con una flota de casi 140 equipos de los cuales 13 son Boeing 787 Dreamliner, considerado el avión más moderno del mundo. Con la llegada del Stinson SR-5A, Aeroméxico festeja más de ocho décadas de contar con los mejores aviones para conectar a los pasajeros dentro de México y de México al resto del mundo.
El equipo permanecerá en exhibición en el museo de la Base Aérea Militar Santa Lucía en el Estado de México por los siguientes meses.