Hace algunos días el presidente Nicolas Sarkozy afirmó que la burka es «un signo de sometimiento» para las mujeres y apoyó la creación de una comisión legislativa para indagar el fenómeno en Francia y definir cómo limitarlo.
Sin embargo una semana antes a los desfiles de alta costura en Perís diseñadores de la talla de Nina Ricci, Carolina Herrera o John Galliano reinventaron “abayas”, (túnica negra que visten millones de mujeres árabes para taparse el cuerpo y la cabeza) pero no la cara y los pies como con la burka.
Las palabras de Sarkozy (que no aludieron a la abaya) generaron reacciones adversas en el mundo islámico, incluida Araba Saudita.
«Estaba al tanto del debate, pero eso no cambió nuestro plan porque es un concepto diferente», dijo la organizadora del desfile de abayas, Dania Tarhini, gerenta general de Saks Fifth Avenue en Arabia Saudita.
«No estamos promoviendo la burka, estamos cubriendo el cuerpo y la cabeza, pero no la cara porque en el Islam no es una obligación cubrirse la cara», agregó durante una charla con BBC Mundo en París.
Tarhini, de origen libanés, explicó que la idea de rediseñar la abaya surgió en enero de 2007 para satisfacer el interés de mujeres sauditas que se visten con prendas de marca, pero que deben cubrirse con la túnica en público.
«¿Por qué no hacer que las abayas también estén de acuerdo a sus gustos?», preguntó. «No sólo es una obligación vestir la abaya, sino también lucir a la moda».
Según Tarhini, fue la primera vez que se involucró a diseñadores internacionales en un trabajo sobre la abaya, y la idea fue difícil de aceptar para algunos.
«Al principio no estaban convencidos», relató. «Después, cuando entendieron el concepto detrás de este proyecto, estaban entusiasmados».
La consigna para el evento era que las abayas debían respetar la tradición, ser negras y cubrir cuerpo y cabeza.
«Al principio fuimos un poco conservadores, no queríamos que nadie interpretara esto como un proyecto contra el Islam», dijo Tarhini.
Comentó que las prendas del desfile en París serán ofrecidas como regalo de Saks a la familia real saudita. «Fue caro, pero es un gesto de agradecimiento por su lealtad para nuestras tiendas», comentó.
Está previsto que los locales sauditas de Saks comiencen a vender una selección de las nuevas abayas de diseñadores a partir de septiembre, a precios de hasta US$2.500 cada una.
Tarhini comentó que el paso siguiente será presentar a partir de enero abayas que incluyan colores, aunque en tonos oscuros de azul o gris. «No habrá una abaya llamativa», aclaró.
Sin embargo, descartó que algún día pueda verse un desfile de burkas en las pasarelas de París. «Esto es completamente diferente a la burka», insistió.