Una representación metafórica del inframundo parece ser el conjunto que forman un túnel y tres cámaras subterráneas con ofrendas, localizados 15 metros bajo el suelo del Templo de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacán.
Los resultados de la excavación muestran que se trata de una estructura artificial a la que hay que descender por un pozo de 15 metros de profundidad, y luego recorrer un andador estrecho de 103 metros de longitud hasta llegar a las tres cámaras de aproximadamente 1.9 metros de largo cada una. Existe la posibilidad de que en el suelo de las cámaras se encuentre alguna ofrenda funeraria, pero hasta ahora sólo se ha podido excavar a 60 centímetros de profundidad de esos espacios.
La directora del INAH, María Teresa Franco, informó que se rescataron más de 50 mil piezas con información valiosa.
Entre los objetos hallados llaman la atención fragmentos de piel, aparentemente humana, y cabello que en una etapa futura podrán ser sometidos a estudios de ADN. Hay 4 mil objetos de madera en perfecto estado de conservación, 15 mil semillas de diferentes plantas usadas para rituales, ocho pelotas de hule en perfecto estado de conservación y miles de cuentas de jade traídas desde Guatemala. También se encontraron figurillas humanas de piedra, puntas de obsidiana, conchas y caracoles marinos de hasta 55 centímetros de longitud, que en el presente es raro encontrar.
Se pudo ver también que los muros del túnel y las cámaras tienen decoración con algunos metales brillantes, como la pirita, lo que causa el efecto de brillo de estrellas en un cielo oscuro, cuando se les ilumina.