Durante muchos años, mi Showroom estuvo localizado en Atlixco 45 en la colonia Condesa, en la ciudad de México.La casa, en donde tuve la fortuna de establecer mi espacio de trabajo, fue la misma en la que crecí junto con mis hermanas al lado de mi madre y mis tíos abuelos. A su vez, esta fue la misma en la que mi madre y sus hermanos crecieron.
También la colonia Condesa es la protagonista en donde mis padres se conocieron, se enamoraron y fueron reconocidos como la pareja más atractiva de la colonia. Así es, mi papá y mi mamá.
Desde pequeña mi mamá me habló mucho de la importancia de «lo bonito», del “estilo” y el “arte”. Debido a esto, crecí entre música, libros de arte, visitas a museos, galerías y tiendas de antigüedades. Eventualmente, asistíamos conciertos al aire libre en el Bosque de Chapultepec y en la UNAM. Los veranos mi mamá me inscribía a cursos verano en museos como el Carrillo Gil. Y por supuesto, no puedo olvidar las visitas obligadas a La Lagunilla en donde ¡siempre se nos pegaba algo! Definitivamente, estas son las raíces de las influencias que dejaron huella y son, sin duda, mi fuente de inspiración. Los años transcurrieron y en esta casa crecí, jugué y me convertí en mujer.
A mi Showroom lo bauticé con el nombre de Erika Winters Design, hace poco más de 10 años. Quien diría que 40 años después, esta casa sería la razón de mi carrera profesional como interiorista. ¡La convertí en mi taller! De ella, surgieron muchos muebles restaurados, llenos de color y materiales inimaginables. Casa generadora de ideas decorativas, sueños y realidades.
Gracias a mi “buen gusto” y “estilo definido”, logré clientes que me abrieron paso para continuar fortaleciendo mis aptitudes y crecer como profesionista. Siempre estuve muy atenta a sus gustos y necesidades, mismas que traduje en sus espacios dándoles un toque chic y urbanos, pero respetando la personalidad de cada uno de ellos.
Mientras tanto, mi curiosidad me llevó a buscar y experimentar nuevas tierras para continuar desarrollando mi imaginación. Así que, a poco tiempo de haber montado mi Showroom, comencé a viajar al extranjero siempre buscando ampliar mis horizontes.
Poco después se presentó la oportunidad en Los Ángeles, California. La mueblería “The Living Room” ubicada en Sunset Boulevard lanzaría la marca de Erika Winters Design acompañada de una de mis colecciones de muebles restaurados en mi taller de la Ciudad de México. El resultado fue el poder volar y expandir mis horizontes interioristas.
Sin haberme dado cuenta, todo estaba listo para poder dar el siguiente paso. El cambio no fue fácil y hubo mucho trabajo que hacer en el camino.
Ya establecida, comencé a tener contacto con gente nueva y clientes potenciales. Me percaté que mis gustos por el diseño, el color y la vanguardia, no estaban muy alejados de mi nueva realidad.
Después de tres años en mi nuevo espacio, he fluido entre las tendencias, el color, los nuevos materiales, gustos y necesidades, todos elementos conocidos pero puestos en diferente perspectiva.
Veo que sigo inquieta, inquietud que genera que mi camino continúe abriéndose a más posibilidades y a cambios radicales.
Hoy, comprendo que el negocio soy yo misma y que no importa en donde me encuentre o a donde vuele, mi hogar y mi profesión siempre se encontrarán en donde yo esté.
– Erika Winters