Hace unos días se llevó a cabo la presentación de El Polvo en la Luz de Torreblanca. Con motivo de este lanzamiento, Juan Manuel Torreblanca, vocalista de la banda, nos dio una entrevista exclusiva.
¿Qué podremos encontrar en “El Polvo en la Luz”?
Pueden encontrar 12 canciones que tuvimos el privilegio de trabajar con el productor venezolano Héctor Castillo en México y Nueva York. 12 canciones que se construyeron con todo el tiempo, la minuciosidad y el cariño que necesitaban para llegar a un lugar que nos ha impresionado y sorprendido enormemente. A nosotros (los cuatro que componemos la banda, además de Natalie Reyes, Sergio Silva y Néstor Varela, quienes fueron clave también, entre otros músicos amigos) nos conmueve y nos tiene muy orgullosos este disco que ya no podemos esperar para compartirles.
¿Cuál fue la inspiración para crear este nuevo álbum?
Una de las inspiraciones más grandes fue el desamor. Pero no sólo el desamor de pareja. El desamor que también puede lastimar amistades, relaciones familiares e incluso relaciones entre habitantes de una ciudad, de un país. Y no es que quisiéramos hacer un disco triste, de hecho, en el aspecto musical es muy contrastante, porque no siempre es tan melancólico.
Es un disco algo extremo porque la inspiración musical vino también de las oportunidades que tuvimos para tocar en diversos festivales (varios fuera de México como el SXSW en Austin o el LAMC en Nueva York) donde comprobamos que aunque no se entienda la letra, nuestra música tiene el potencial de conectar con el público presente desde otros lugares. Lugares que a veces remiten a lo festivo, al baile incluso. Y quisimos explorar esos lugares dentro de nuestras propias capacidades musicales. La combinación de las letras introspectivas y esta necesidad de explotar musicalmente dio el contraste que ya en las manos de Héctor Castillo se volvió una bomba sutil.
¿Podremos encontrar alguna colaboración?
Sí, hay muchas colaboraciones. Tres fundamentales serían la de Didi Gutman (genio tecladista, experto en sintetizadores y productor, amigo y colaborador de Héctor de toda la vida, con quien incluso compuse una canción: “Queda”), la de Peter Buck (guitarrista de la banda R.E.M. quien nos escuchó tocar en el SXSW y nos invitó a su festival en Todos Santos. Nos dijo que cuando quisiéramos una colaboración, sólo le llamáramos. No podíamos dejar pasar una oportunidad así, y fue una colaboración valiosa, sencilla, de corazón. Es una pepita de oro escondida en la trama del disco) y la del chileno (me llamo) Sebastián, quien canta un dueto breve pero sublime en la canción “Sabotaje”.
¿Cómo es el proceso creativo de tus discos?
Es un proceso demasiado complejo para describir a profundidad. Pero puedo decir que “El polvo en la luz” tomó dos años de composición, muchas sesiones de arreglo, muchas pláticas, juntas, confusiones, miedos, angustia y, finalmente, la dirección experimentada de Héctor Castillo y la madurez (relativa) que nos dio tocar casi sin parar desde que sacamos el “Bella Época” a finales del 2011, para lograr el resultado que pronto (esperamos) escucharán. Pero si quieren algo más específico, puedo decir que mi tarea tiene más que ver con la escultura de la melodía y la letra. La chamba del arreglo y el andamiaje musical/instrumental es algo que hacemos entre todos.
¿Cómo es un día de trabajo en la vida de Juan Manuel Torreblanca?
Varía mucho. Depende de a qué tipo de trabajo te refieras. Si es un día de viaje y concierto (digamos: de gira) puede ser el clásico: viajar, llegar al lugar, que te asignen un cuarto de hotel, estar 10 minutos en el cuarto, comer algo en algún punto, correr al sitio del concierto, hacer prueba de sonido, regresar al hotel, cambiarse y/o comer algo (quizás hacer siesta, si da tiempo) ir al lugar del concierto y tocar… después nos gusta platicar con la gente que asistió, darnos chance de sentir un poco más de la energía que queda gracias a la música. Si quieren fotos o que les firmemos algo o lo que sea, pues con mucho gusto.
Otro día puedo tener muchos ensayos, juntas con el manager, con la disquera o con la gente que nos ayuda a organizar la prensa y medios (esos días son muy diferentes, y quizás más parecidos a los de cualquier persona que trabaje en una oficina). Y otros días puedo tomar o dar clases o ponerme a estudiar piano un buen rato (con mi amigo el metrónomo) grabar algo para alguien que me invite (un piano, una voz)… no sé, esos días me gustan porque me sacan de la rutina. Y cuando no hay ningún compromiso me encanta escaparme al cine, al teatro, a algún museo o a algún parque o café a leer, curiosamente, siento que eso es parte de mi trabajo también, y sé que es la parte de mi trabajo que me hace una persona increíblemente afortunada y privilegiada, me alimenta el espíritu y mantiene la maquinaria aceitada e inspirada para la composición o la interpretación.
Además de la música ¿Cuáles son tus más grandes pasiones?
La verdad es que mis más grandes pasiones son sencillamente el arte, en todas sus manifestaciones y, la vida, con todas sus confusiones, en el contacto con la gente, con todas sus contradicciones dolorosas y sus retos y misterios.
Libro: son tantos los que amo, pero recomendaría dos, “Cosmética del Enemigo” o “Higiene del Asesino de Amélie Nothomb”.
Película: Who Framed Roger Rabbit?
Serie: “True Blood” (menos la última temporada); “How I Met Your Mother” y “Looking”
Canción del momento: Tous les mêmes de Stromae
Café o té en: Passmar
Destinos imperdibles: Mérida, Yucatán
Aquí más detalles del disco.