La muerte del escritor, crítico literario y periodista mexicano Emmanuel Carballo ha despertado una ola de reacciones, todas ellas expresando su pesar por su desaparición, ocurrida en la Ciudad de México.
El Fondo de Cultura Económica (FCE), por ejemplo, recordó a Carballo como miembro del Comité Editorial de Literatura de ese sello, y uno de los críticos literarios más reconocidos en México.
También lo destacó como becario del Centro Mexicano de Escritores y de El Colegio de México, además de recordar su paso como colaborador de publicaciones.
El FCE añadió que, como editor, dio origen al sello Diógenes y fue director literario de Empresas Editoriales, además de integrar el Sistema Nacional de Creadores y antes del Sistema Nacional de Investigadores.
Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) lamentó el deceso del también poeta, quien tenía 84 años de edad y había sido galardonado por su trayectoria con premios como la Medalla José María Vigil 1956 al mérito literario del Gobierno de Jalisco.
Carballo también había ganado el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2006, el Nacional Periodismo Cultural Fernando Benítez 2006, la Medalla Alfonso Reyes 2008 y la Medalla Bellas Artes en 2009.
Carballo se había quejado en reiteradas ocasiones del papel al que se había relegado a la crítica literaria en México, considerando que fue entre los años 50 y 60 cuando la literatura mexicana vivió su época de oro y su declive a partir de la afrenta del 68.
Entre sus obras también se encuentran “El cuento mexicano del siglo XX” (1964), “Protagonistas de la literatura mexicana” (1965), “Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX” (2001), los dos primeros tomos de sus memorias: “Ya nada es igual” (2004) y “Diario público” 1966-1968 (2005).