Luego de la pasarela neoyorquina, una nueva etapa de la Semana de la Moda acaba de iniciar en Madrid, con la primera jornada de la 59° edición de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid.
En el inicio del evento se pudieron ver algunos de los diseños que marcarán la moda para el próximo otoño-invierno, como los tejidos, la sastrería, la piel y la capa española.
La colección de Devota& Lomba, una de las participantes, ofreció un muestrario de mosaicos como expresión abstracta, «prendas inyectadas desde el oficio artesanal», dijo Modesto Lomba.
A lo largo de las treinta salidas, Lomba exhibió piezas con volúmenes modernos, muy trabajados hasta crear espacios novedosos dentro de los ya existentes.
«He querido investigar más allá del patrón básico y he procurado confeccionar prendas con un cierto volumen sobre el patrón», añadió el diseñador.
Con esa teoría, en la que la moda se ve bajo el prisma de la arquitecta, ha ofrecido una serie de vestidos cortos, camisas, abrigos, pantalones pitillo y faldas por encima de la rodillas con apuntes de papiroflexia. Aunque la prenda estrella ha sido la capa. «Pero a mi gusta llamarla toquillón», contó.
Los colores marrón, azul tinta, beige y verde agua dan vida a una serie de prendas que juegan con los cortes hasta encontrar nuevas formas, asegura la web de Milenio.
«Esta colección no está inspirada en nada en concreto, esta apoyada en mi trayectoria, concretamente en las 55 colecciones anteriores», señaló.
En el caso de Etxeberría, su colección otoño-invierno 2014/2015 hace hincapié en la sastrería, aferrándose a principios básicos de la moda masculina.
«Mi intención es hacer en cada pieza un desarrollo que vaya más allá de la sastrería clásica», explicó el creador español, que debutó en solitario en la pasarela madrileña.
Según externó, su objetivo es hacer prendas que no se pasen de moda, además de experimentar la moda masculina. «La moda de hombre no ha evolucionado desde el siglo XIX, mis nuevas propuestas son un modesto homenaje a la sastrería tradicional», contó.
La napa, el astracán, el potro y la cabra son algunas de las pieles elegidas para confeccionar abrigos y pantalones masculinos, materiales que se han mezclado en perfecta armonía con lanas, fieltros, rayas diplomáticas o patas de gallo, la base de su colección.
Con la mirada en los clubes de fumadores de los años veinte y en la sastrería napolitana de los cincuenta, Etxeberría exhibió prendas vistosas entalladas en cinturas y rodillas y capas con un halo romántico, acompañadas de soberbios botines, botas y zapatos con sello Valverde del Camino.
En el caso de Juan Duyos, el diseñador presentó su colección «Número 15», en homenaje a los quince años que lleva en el mundo de la moda y a los quince mantones de manila que inspiraron su colección, tras rebuscar en una antigua mercería madrileña del año 1911.
El cierre de la primera jornada de la Semana de la Moda madrileña estuvo a cargo de la firma de joyería Aristocrazy, con una colección que ofreció dos tendencias diferentes.
La primera minimalista y sobria, de estética industria y en colores neutros, mientras que la segunda estuvo «destinada a una mujer ecologista, de gran personalidad en la que el águila es la estrella.
Por la mañana, Amaya Arzuaga presentó una colección onírica de gran belleza, esculpida a base de hermosos volúmenes e inspirada en la tradicional capa española, mientras que Roberto Verino prefirió ofrecer cálidas capas y prendas terrenales y abrigadas que invitaban al confort.
Por su parte, los vestidos ligeros y con adornos de aplicaciones a modo de flores, caracterizaron la propuasta de Miguel Palacio.