La última y nos vamos, ¡cómo no! Scappino organizó la BMW Polo Cup, en homenaje al polista Jaime Creixell en el Campo Marte en un día frío, frío, frío, a pesar del sol…Por eso me preguntaba, ¿y cómo por qué andan de sandalia y vestido corto algunas invitadas? Sólo de ver a Galia Katz me dio frío en los huesos. Las demás llevamos sombrero y chaqueta, ¡mínimo!
Fui con mi amigo el gran cronista social y de turismo, Xavier Orizaga, quien siempre tiene aventuras qué contar, como cuando era jovencito (ya llovió, mi Xavi, ya si yo dejé la jovialidad en los 90…) iba al polo con sus amigos a este mismísimo Campo Marte.
Amé cuando me dijo que había un equipo que se llamaba Los Rayos de la Presidencia, donde jugaba Miguel Alemán Velasco de chamaquito, por aquellos años en los que era estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM… Jugaba con los hijos de otros ex presidentes y sus rivales eran los primeros Gracida y Lalo Novoa, “que su papá era el presidente del Banco de México por entonces”.
Anatol, ni muy muy
Luego de ahí fui a comer al restaurante Anatol, en Las Alcobas, que está tan de moda. Y aunque la comida es deliciosa y el lugar muy cozy, no me gusta que las mesas están pegadísimas y uno no puede chismear a gusto (especialmente si uno va a chismear de la socialité), la otra es que el servicio es más lento que un caracol en mi ventana.
Calculo que la capacidad para 15 mesas queda ideal para su cocina, que esta equipada con la mejor tecnología, así que, ¿¡por qué se tardan tanto?! Urge mejorar eso porque la comida es buenísima.
Un coffe table book de colección
Por cierto, me encontré a Ari Berger acompañado de don Maurice, ese mismo día en la tarde, toda la familia fue a apoyar a Bárbara Berger a la presentación de su libro “Fashion Jewelry: Colección Privada” bajo el sello Assouline, en la Roma, para luego festejar el cumple de Sergio, en familia y con amigos íntimos.
Bárbara tiene una gran colección personal de joyas, posiblemente la más grande que una mujer tenga en México. Este libro sólo es un homenaje a su amor por las piedras preciosas y vale la pena adquirirlo porque es una conocedora.
Por cierto, que recientemente tuve el honor de ser jurado de la revista Gentleman junto con Bárbara, el fotógrafo Ricardo Trabulsi, el editor de moda Fernando Toledo y la directora de Zona Maco, Zélika García, para elegir a los hombres más estilosos de México. Muchas gracias a los editores de la revista por la distinción.
Masaryk ya no sirve…
Y ya que les hablo de lujo, permítanme chismearles que si ya están hartos del tráfico que se arma en Moliére entre Homero y Horacio, ¡preocúpense más! Porque las grandes marcas y la delegación Miguel Hidalgo pretenden hacer de Moliére la nueva Masaryk.
Así como lo leen…así como nos lo han dejado ver todas las ediciones de Vogue Fashion’s Night Out, la experiencia para comprar en Masaryk a pie, cual Quinta Avenida, no es suficiente para considerarse “fashion district”.
¿A qué me refiero? Pues a las aceras con hoyos, adoquines levantados, raíces de árboles que rompen el piso, pavimentos de chile, dulce y manteca, corporativos que apañan las banquetas con sus carros, laaaaaaaaargas cuadras imposibles de caminar para una tarde de shopping, y un largo etcétera, y por ello existe un plan para “reducir” la zona de lujo.
La idea es que desde la esquina donde se encuentra Louis Vuitton hasta Antara, se muden las boutiques de lujo, o en su defecto, coloquen tiendas hermanas a las ubicadas en Masaryk. El primer proyecto incluye que las boutiques lleguen hasta el punto donde se ubica El Palacio de Hierro, pero hay una segunda propuesta que habla de llegar hasta Antara…
Claro que para hacer esto posible habría que pensar que en esa cuadra está el foro Polanco, los tacos del Güero, la peluquería de Rosita, los abarrotes del michoacano y una serie de negocios populares que no pegan con el plan de la zona, ¿y los van a levantar, a correr, o cómo qué se les ocurre? Porque no sería lindo hacer eso…
Polanco Peatonal
Por otro lado, muchas de las boutiques de lujo no quieren adherirse a ese sueño guajiro. En principio, porque su lana les costó tener esos hermosos edificios, y luego, porque tienen años ahí. Yo no sé Peyrelongue, Berger, Bvlgari, Tiffany, Ferragamo o Montblanc se quieran mudar de sus esquinas privilegiadas entre Goldsmith y Lafontaine para irse a refundir a Moliére y Horacio.
Por supuesto, ninguna propuesta vive sin su contra propuesta, y otro grupo de empresarios de los comercios ubicados aquí solicitan que, por el contrario, Masaryk se convierta en una calle peatonal y totalmente comercial, mientras que el Gobierno del D.F. puja porque sea Homero la calle anti coches, reestructurada para ciclistas y sólo se confinen los autos a un solo carril.
Está por verse qué plan se queda. Uno de los argumentos que espetan todos los involucrados, es que ya no cabemos en Masaryk con tanta boutique y tanto tránsito, y la verdad es cierto. Puedes hacer una hora y media de Moliére a Mariano Escobedo. Que ni qué.
Peeeeero, si bien cualquiera de estas opciones me parecen muy nobles, perdonen que me muera de risa. Es más, me carcajeo. Porque ni estamos en Milán, ni esto es París ni tampoco Florencia para soñar con hermosos centros históricos y zonas peatonales como las que hay en esas ciudades….
Esta ciudad se planificó mal, let’s face it. La cantidad de gente que trabaja y vive en Polanco es mucha y es un punto crítico y céntrico de la ciudad. Lo que se que le hagan, no va a cambiar la realidad (violines y lágrimas).
Ya me vi igualito que en San Jerónimo, donde la Supervía te lleva a Santa Fe en 5 minutos, pero el tránsito infernal que existe permanentemente en Luis Cabrera gracias a la reducción de carriles, cuellos de botella en todos los puentes para entrar o salir y la cancelación de retornos ha causado el peor tránsito de la historia de este barrio.
Un día nos quedaremos atorados como en Sao Paulo, que hace 6 años vivió uno de sus peores días, porque entre las obras y el desastre vial quedaron tapadas todas las vías de acceso y salida de la ciudad y todos los autos quedaron atrapados. Pánico mil.
Ya veremos quién gana la disputa por las calles polanqueñas, pero por lo pronto, sería lindo, lindísimo darle una remozada al pavimento ahora que son vacaciones y no va a haber nadie…yo digo, total, si de soñar se trata…
¡Hasta la próxima semana navideña!