La densa niebla que cubre Texas obligó a suspender la realización de las pruebas con vistas al Gran Premio de Fórmula 1 que tendrá lugar este domingo en Austin.
Esta complicación climatológica ahonda algo más el clima de turbulencia que precede a la competencia, luego de la dimisión de Kimi Räikkönen para correr los dos últimos GP de la temporada con Lotus, y de paso despidiéndose de esta escudería que aún le adeuda su salario, hasta el traspaso de Felipe Massa a Williams para 2014.
Además, el GP de Austin representará el primer capítulo en la despedida de Sergio Pérez con McLaren, en un divorcio que parece no terminará del todo bien.
Se habla de Lotus o Force India como principales destinos para «Checo», en un movimiento intempestivo, incluso más que el del año pasado cuando todo el mundo lo veía a Checo con nomex rojo.
El Gran Premio de Estados Unidos espera recibir al menos a 200 mil fanáticos este fin de semana, en lo que será la segunda ocasión que se corre un GP en este lugar.
Con el campeonato ya decidido a favor de Sebastian Vettel (Red Bull), la atracción parecería estar en lo que puedan mostrar los pilotos que aún pelean por el segundo y tercer lugar del campeonato, incluyendo a Fernando Alonso, quien podría (al igual que Räikkönen, quien es tercero) no correr este GP por un problema físico.
En lo que los asientos de algunos equipos se definen para Austin, el piloto de Mercedes, Lewis Hamilton, buscará repetir la victoria conseguida en 2012, un territorio conquistado como cowboy, de punta a punta, donde fue acompañado en el podio por Vettel y Alonso, en lo que fue la última victoria de McLaren en la Fórmula Uno.