El restaurante Melting Pot llegó hace casi 3 años a México. Un lugar ideal para los que aman las experiencias gastronómicas y las eternas charlas alrededor de un confortable pot.
Comer o cenar en Melting Pot es realmente en convivir de una manera única. La experiencia comienza desde que te sientas en la mesa lista con una discreta tecnología para calentar el pot, (cazuela de acero en la que se calienta el fondue) que se encuentra justo en medio de la mesa.
La carta de Melting Pot está hecha para vivirse a cada momento, con cada ingrediente y cada instante de la cocción. Todo se reúne en tu mesa para que tu mismo hagas que la experiencia de un fondue sea única. Es justo aquí donde las charlas conviven mano a mano con la comida, lo que para los que disfrutamos la gastronomía y la buena compañía es una maravilla.
De pronto podría parecer desconocida para los que frecuentamos poco el lugar, pero por suerte, los meseros están completamente capacitados para resolver tus dudas.
Aunque los eternos protagonistas de los fondues son los quesos y el chocolate, Melting Pot reivindica otros ingredientes que logran conjugar perfecto junto con los aromas.
Nosotros probamos para empezar un “Cheese Fondue” y elegimos una mezcla de quesos Fontinna y Butterkase con espinaca, corazones de alcachofa y ajo, acompañado de tres diferentes tipos de pan.
El mesero nos explicó como el calor de la estufa eléctrica que esta en la mesa va variando a cada momento de la preparación, además de la importancia del agua (a baño maría) que se encuentra dentro del pot.
Mientras el mesero nos daba una breve explicación, ponía los ingredientes por separado en el pot hasta que finalmente lo dejo en su punto.
Cuando pensamos que esto sería el momento cumbre, llego el segundo plato, que se encuentra en la selección de “Cooking Styles” y que representan el plato fuerte de la carta. Nosotros elegimos “COQ AU VIN” una infusión de vino tinto con hierbas frescas y champiñones. Este plato venía acompañado de trozos de camarones del pacifico, atún, filete mignon, medallones de cerdo, pollo, verduras, para que tu mismo los metieras en el pot y los dejarás cocinar.
La preparación igual que la anterior. Mientras el mesero prepara en tu mesa esta maravillosa mezcla, los aromas comienza a seducir el ambiente.
Para finalizar nuestras experiencia fue indispensable cerrar con un fondue de chocolate. Para ello te recomendamos pidas el iPad donde tienen fotos de las opciones.
Los postres siempre generan una especial atención al final, sin embargo este fue una oda a la felicidad. El fondue de chocolate que pedimos, venía acompañado de nuez caramelizada. Y para acompañar: platano, brownies, fresa, y un cheesecake que merece probarlo solo.
Por otro lado cabe mencionar que la carta de vinos es realmente inspiradora para los que quieran maridar sus fondues.
Indagando sobre los clientes asiduos a Melting Pot, descubrimos que la gran mayoría son mujeres, sin duda es un lugar perfecto para pasar una tarde con las amigas. Sin embargo las parejas y familias son clave para este lugar. Incluso, nos contaron románticas historias de «pedidas de mano». El restaurante siempre está listo para apoyarte en todo lo que necesites para dar la gran sorpresa.
Pregunta por:
-Si quieres lucirte fuera del restaurante Melting Pot tiene un carrito que viaja hasta tu casa o evento para realizar los mismos fondues.
-Pregunta por los talleres que tienen para niños.
-Los jueves son de jazz.
-Pregunta por la carta de cocteles es muy amplia.
-Venden un libro donde tienen todas las recetas.
-Si alguna de las famosas salsas te gustó, llévatela! las tienen a la venta.
Melting Pot
Presidente Masaryk 294
Polanco, 11560 Miguel Hidalgo
Mexico City, Distrito Federal C.P. 01900
Tel: 5280 5220