Cuando aún no ha pasado mucho tiempo desde el escándalo de dóping del ciclista Lance Armstrong, y otros similares como el que involucró al español Alberto Contador, nuevos casos de dopaje salen a la luz en el deporte internacional.
El último de ellos es el que involucra a Tyson Gay, el atleta estadounidense a quien la USADA (Agencia antidopaje de Estados Unidos) notificó hace unas horas que dio positivo en un control que se le realizó fuera de competición el pasado 16 de mayo.
Al igual que sucedió con Nike y Armstrong, el fabricante alemán de artículos deportivos Adidas ha rescindido su contrato con Gay, tras conocerse que -además- no participará en los Mundiales de Moscú.
«Estamos conmocionados con las últimas acusaciones. Incluso si puede llegar a probar su inocencia, el contrato queda rescindido» , explicó el portavoz de Adidas, Oliver Brüggen.
El fabricante alemán incluye una cláusula en sus contratos con deportistas, según la cual el compromiso puede quedar rescindido en caso de dopaje.
Adidas tenía bajo contrato a Tyson Gay desde 2005, periodo que el portavoz calificó de «fructífero» y en el que el atleta se había comportado como «el mejor embajador de nuestra marca del ámbito del atletismo» .
Gay, de 30 años de edad, está considerado el aleta más rápido del año en 100 metros (9.75), y participó hace algunos años en un programa de USADA llamado «Mi victoria», en que los atletas se comprometen a competir limpios.
En su testimonio Gay había dicho: «Compito limpio porque realmente creo en la justicia y, además, ¡mi mami me mataría! Hay que ser honesto».