La llegada de Anatol Kitchen es una gran noticia para la escena culinaria del DF. Trae una propuesta con clara influencia de los mejores restaurantes de USA y Europa, desde el menú a la decoración.
Siguiendo la tendencia llevada a la excelencia por parte de algunos como el Noma (el mejor restaurante del mundo en la actualidad según la guía Pellegrino, de René Redzepi-Copenague), el chef del Anatol Justin Ermini promete conseguir la mayor cantidad de ingredientes de pequeños productores locales, e ir variando de acuerdo a la estación del año para que siempre sean frescos. El detalle de cada uno de sus insumos, que los cocineros buscan por cada mercado y rincón de México hasta encontrar el ideal, es la característica saliente de la cocina.
Los insumos de altísima calidad son preparados de una forma moderna, innovadora, y muchas veces con sorprendentes combinaciones de sabores. Ermini viene de pasar por algunas de las cocinas mas exigentes de USA, incluyendo el Jean Georges (NYC), el Postrio (San Francisco) y el Mayflower Inn (Washington). Está influenciado por la cocina de Nueva York, pero también por el origen italiano de su familia, lo que se ve claramente en las pastas (está muy rico el raviolón «de la Nonna», con ricotta y yema de huevo entera). Está secundado por Eduardo Morali, quien viene de ser chef del Eloise (en el sur del DF), y pasó por varios restaurantes de Nueva York como el Café Boulud y el Tabla. De hecho fue Morali quien introdujo a Justin Ermini en los sabores y los productos mexicanos en un viaje de inmersión que hicieron por el país antes de abrir el Anatol. Su pareja Mayra Victoria es la pastelera, quien prepara desde los panes artesanales hasta postres muy innovadores como el budino de butterscotch (palomitas caramelizadas con romero y Sal de Colima para el constraste) y un «café de olla» deconstruido.
Aparecen platos típicos de NYC como el Brooklyn sandwich (corned beef), pero también platos muy mexicanos (aunque nuevos) como el pulpo de Yucatán a la parrilla (con una preparación griega-norafricana de cous cous, queso feta, tapenade, yoghurt, menta y aceite de chiles) y las flores de calabaza en tempura. El poutine de foie, setas y morcilla es otro de los mejores platos del restaurante.
La carta de vino está basada en etiquetas nuevas, lejos de las marcas clásicas que se acostumbra ver en los restaurantes de México. Tiene muy buenas opciones, a precios equilibrados.
El ambiente es de algunos huéspedes del hotel (gente interesante que busca salirse de los mega hoteles y prefiere el lujo personalizado de Las Alcobas), la tribu de foodies y mucha gente de Polanco que descubrió el lugar y se enamoró. La decoración es muy moderna, sobria, como se usa ahora en los buenos restaurantes de USA. Las ventanas que dan sobre Masaryk le dan mucha vida al salón, pero también permiten privacidad con sus vidrios esmerilados semi-abiertos.
Nos confirmaron que pronto empezarán a ofrecer un brunch dominical, al mejor estilo NYC, con su pastelería artesanal y buen champagne.
Los precios son moderados, mas bajos que otros restaurantes de esta calidad.
La dirección del restaurante Anatol es Masaryk 390, esquina Anatole France (la entrada está por Anatole France, al lado del Dulce Patria) y teléfono para reservar es 3300 3950.