La Cineteca Nacional, la Fundación Carmen Toscano y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas se enorgullecen en reconocer a uno de los pilares del cine nacional, Jaime Humberto Hermosillo, con la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2012.
Entregada anualmente por Conaculta-Cineteca Nacional, la Fundación Carmen Toscano y la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas; la Medalla al Mérito Cinematográfico lleva el nombre del pionero de nuestra historia fílmica, don Salvador Toscano, no sólo como un homenaje a su memoria, sino también como una reivindicación al quehacer cinematográfico incluyendo también las labores propias de la investigación, teoría, análisis o docencia.
Con más de cuatro décadas de trayectoria profesional y una veintena de reconocimientos, Jaime Humberto Hermosillo se consolidó como uno de los realizadores más destacados de nuestro cine.
Artífice de un universo fílmico sólido, Hermosillo ha logrado trascender el tiempo y el espacio para erigirse como una voz crítica que se ha mantenido presente tanto en el cine industrial como en el independiente.
Hermosillo estudió Contaduría Privada en la Academia Comercial Llamas, en su natal Aguascalientes— Jaime Humberto encontró en la escritura una forma de relacionarse con una de sus más grandes pasiones, el cine. Fue así como a través de su participación en algunas revistas cinematográficas, Jaime Humberto fue adentrándose cada vez más en el universo fílmico hasta abandonar los números para inscribirse en el recién nacido CUEC, donde permaneció tres años.
Los nuestros, de 1969, constituyó su debut cinematográfico y la semilla de lo que serían sus próximos trabajos donde predomina una crítica sin concesiones a los vicios y virtudes de la clase media mexicana. Desde entonces, Jaime Humberto Hermosillo se alzó como una de las voces críticas más intensas del medio fílmico con obras que reflejan una sociedad decadente, enferma de hipocresía, represión y prejuicios.
Asimismo, Jaime Humberto Hermosillo formó parte de la generación de directores del cine mexicano que durante la década de los 70, contribuyó al cambio formal y temático de la industria fílmica nacional junto a cineastas como Arturo Ripstein, Jorge Fons, Felipe Cazals y Paul Leduc, entre otros. Fueron los tiempos de La pasión según Berenice (1975), y Naufragio (1977), ambas ganadoras del Ariel a la mejor dirección y guión, cintas con las que Hermosillo se consolidó a nivel nacional e internacional.
Con el desmantelamiento del cine de producción estatal, Hermosillo emigró al cine independiente, terreno fértil para expresarse con total libertad y donde el cineasta ha tenido una producción prolífica. Bajo este esquema destacan filmes como Las apariencias engañan (1977) y María de mi corazón (1979), por mencionar algunos.
Las películas que se inscriben bajo su etapa más reciente, la etapa digital, se caracterizan por la diversidad de sus temáticas y estilos: El misterio de Los Almendros (2003), El malogrado amor de Sebastián (2003), El Edén (2003), Dos Auroras (2005), Amor(2005), Rencor (2005), Juventud, desengaños y anhelos de Hernán Cortés Delgado (2010) y El más espantoso infierno (2010).
Cabe señalar que el trabajo de Jaime Humberto Hermosillo ha sido objeto de varias retrospectivas en todas partes del mundo, entre ellas destacan la del National Film Theatre, en Londres (1987); la del Museo de Arte Moderno de Nueva York (1999); y la de del Festival de Cine de Amiens (2000). La Cineteca Nacional ha también rendido homenaje al cineasta en dos oportunidades (2002 y 2011), y con motivo de la entrega de la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico 2012 celebra la trayectoria del realizador con una retrospectiva completa de su obra que el público podrá disfrutar en junio.