La firma familiar Wempe acaba de presentar su primer cronógrafo con movimiento propio y Kim-Eva, cuarta generación, ha tomado el relevo de su padre en esta empresa radicada en Hamburgo, sede del negocio familiar de relojería y joyería del que es representante de la cuarta generación.
En Dresde, la capital del antiguo reino de Sajonia, situada a pocos kilómetros de Glashütte, Wempe ha establecido la manufactura donde desarrolla sus relojes desde 2006. Actualmente Wempe tiene 29 establecimientos, con presencia en ciudades como Nueva York, Londres, Berlín y Madrid.
La firma trabaja con Patek Philippe desde 1927 y el vínculo de las familias Wempe y Lange (de A. Lange & Söhne) procede de comienzos de siglo.
Sus boutiques tienen un sello muy especial que los distingue de otros. En los seis metros de fachada de la tienda de Hamburgo tienes 20 marcas para elegir. Con esta política ganan más clientes y ciudades.
El último modelo de Wempe, es el Chronometerwerke. Sus cronómetros marinos son muy famosos. Muchos barcos lo llevan en los puentes de mando. Esta experiencia marítima y la realización de ediciones especiales de pulsera llevaron a sus responsables a lanzar su propia línea de relojes en 2006 (Wempe Glashütte i/SA).
Se eligió para instalar la fábrica la ciudad de Glashütte y un edificio tan simbólico como su antiguo Observatorio. Allí se montan las referencias de las colecciones Zeitmeister y Chronometerwerke, esta última equipada con movimientos manufactura y a la cual pertenece su gran novedad. Un elemento importante es que todos estos relojes poseen certificación oficial de cronometría. Las instalaciones se encuentran dentro del Observatorio y para su desarrollo Wempe ha contado con la colaboración de instituciones de la región. Los niveles para validar un movimiento como cronómetro son similares a las empleadas por el COSC suizo, con la diferencia que en estas instalaciones se comprueban los relojes al completo y no sólo los calibres.
Más info: www.wempe.de