El turismo enológico va cobrando cada vez más fuerza. En España, Manel Colmenero, experto en turismo, en su libro Rutas del vino. Bodegas de España para visitar y recomendar (Editorial Lunwerg), nos propone diversas alternativas que maridan vino, arte y enoturismo a la perfección. En este artículo destacaremos unas cuantas bodegas para visitar.
Bodega de Marqués de Riscal. Elciego (Álava)
Esta Bodega es una obra de arte en sí misma. Modernidad y tradición se funden en una auténtica ciudad del vino sueño del marqués y que el arquitecto Frank Ghery (Museo Guggenheim de Bilbao) lo ha hecho realidad. De formas sinuosas, atrapando la luz y los reflejos tintos de la uva, el singular edificio que nos recibe en Elciego deja clara la apuesta de Marqués de Riscal por seguir convirtiendo sus caldos en un referente mundial. Esta bodega cuenta con un hotel con restaurante con estrella Michelin, un wine bar y un ya famoso spa de vinoterapia
Bodegas Protos. Peñafiel (Valladolid)
En un entorno inigualable dominado por el imponente castillo de Peñafiel, sede del Museo del Vino de Valladolid y declarado monumento nacional, se alza la bodega de uno de los vinos más importante de la DO Ribera del Duero. Visitar la bodega de Protos supone un viaje al pasado, a los orígenes de este vino elaborado con uva tinta fina (variedad de Tempranillo autóctona de la zona) en un recorrido por el interior de la montaña pero también, al siglo XXI, ya que tecnología y sostenibilidad se fusionan en el edificio creado por el arquitecto inglés Richard Rogers (que también ideó la T4 de Barajas o el Museo George Pompidou de Paris).
Bodegas Heredad López de Heredia. Viña Tondonia. Haro (La Rioja)
Esta bodega es una visita obligada para todos aquellos amantes del vino de La Rioja. Viaje al pasado para conocer la elaboración artesanal de estos caldos. En Tondonia se funden pasado y presente pero dejando claro que la tradición manda en sus tintos y blancos: mantienen la misma forma de elaboración, las mismas instalaciones desde su fundación en 1892 e iguales métodos de vinificación. La visita incluye un recorrido por las 170 hectáreas de viñedos de la bodega que conserva desde su fundación. En la bodega destacan la tonelería y las antiguas cavas excavadas en piedra que aún hoy siguen ampliándose. La modernidad lleva la marca de la iraní Zaha Ahid, que ideó el wine bar que nos recibe en esta ruta
Bodegas Irius. Barbastro (Huesca)
En la comunidad de Aragón se encuentra Irius, una de las bodegas más modernas de España y quizás de toda Europa. En 2006 comenzó la producción de estos caldos de Somontano, y por tanto, con la modernidad y el uso de la tecnología al servicio de la elaboración de sus vinos y sus viñedos como seña de identidad. Todo está mecanizado e incluso robotizado. Futuro 100% en un entorno rural que rasga de forma imponente su magno edificio principal, de más de 50 metros de altura de los que 30 están bajo tierra. Estos caldos «hechos por ordenador» contrastan con otras bodegas del entorno más tradicionales y famosas, y también visitables, como las de Viñas del Vero y Blecua.
Bodegas Real. Valdepeñas (Ciudad Real)
En pleno corazón del Campo de Montiel y en la capital del vino de DO Valdepeñas se erige esta bodega familiar que integra en una moderna y espaciosa edificación un antiguo cortijo, una bodega tradicional y 280 hectáreas de viñedos, en las que conviven las cepas tradicionales manchegas, en su mayoría uvas Cencibel y Tempranillo, con nuevas llegadas de Francia de variedades de Cabernet Sauvignom, Merlot y Sirah en tintas, o Chardonnay y las autóctonas Viura y Mancebo en las blancas. Una clara apuesta por el turismo (ofrecen visitas hasta para dos personas) y el maridaje de sus caldos. Cerca, en Ciudad Real, también merece la pena una visita la Bodega Pago del Vicario de la DO La Mancha. Es el mayor complejo enoturístico de la región y propone al visitante una experiencia completa en torno al vino con catas, degustaciones y un hotel donde paladear sus vinos.
Bodegas Contador. San Vicente de la Sonsierra (La Rioja)
La última de estas rutas enoturísticas es un vino de autor. Reconocidísima internacionalmente; Benjamín Romero es el único bodeguero de La Rioja con dos vinos con 100 puntos otorgados dos años consecutivos por el renombrado e influyente crítico estadounidense Robert Parker. Contador se erigió en 1996 en una antigua bodega excavada en una cueva y fue ampliada en un amplio edificio de hormigón en 2006 de Héctor Herrera Ribas. Manel Colmenero define en su libro estos caldos -destaca Cuevas de Contador y Qué Bonito Cacareaba- como vinos únicos que demuestran que «con medios modestos, conocimiento, cuidados y, sobre todo, mucho criterio se puede cautivar al mundo con un trabajo totalmente singular. Son vinos artesanos, propios de artistas». Se pueden degustar y ver cómo se elaboran pidiendo cita.