Ya quedan pocos meses para que acabe 2012, y seguimos celebrando las Bodas de Aluminio de Lanvin y Alber Elbaz, o lo que es lo mismo, los 10 años de amor entre el divertido genio del diseño y la Maison.
Después del fantástico libro homenaje a esta unión, Elbaz vuelve a recrear este cumpleaños con una exuberante colección de joyas. Presentada en el último desfile de la temporada Otoño–Invierno 2012/2013, esta fabulosa línea hace un homenaje a la multimillonaria estadounidense Barbara Hutton, una “pobre niña rica” vapuleada sentimental y económicamente por la mayor parte de sus siete maridos que amasó una gran fortuna para acabar sus días prácticamente arruinada.
¿Exceso de generosidad? ¿Ingenuidad enfermiza? Sinceramente no lo sé, lo que sí sé es que su pasión desmesurada por las joyas la llevó a atesorar en su joyero piezas increíbles de alta joyería de Cartier o Fabergé, e imponentes diseños pertenecientes a María Antonieta o la emperatriz Eugenia de Francia.
Hoy la colección Barbara juega con los diamantes y zafiros favoritos de su heredera, reinventándolos en un estilo más contemporáneo. Elbaz ha tomado piedras preciosas extra grandes en diferentes colores y las ha montado en construcciones de plexiglás ahumado que subraya el brillo natural de las gemas.
En su presentación en sociedad, las modelos del desfile de Lanvin las lucieron junto a vestidos de escote palabra de honor que favorecían que las miradas se centraran en ellas o completaban a la perfección otros estilismos más barrocos.