Dice la leyenda que el aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo. Algo similar ocurre cuando una idea se mete en la cabeza de Luis Garrido, uno de los arquitectos españoles más internacionales, natural de Talavera, que provoca un terremoto arquitectónico al otro lado del mundo, en este caso en Colombia, escenario favorito del arquitecto para desarrollar sus obras de arquitectura sostenible. En este artículo te presentamos: la casa-mariposa.
Situada en el sur de Cali, región privilegiada por un clima tropical y caluroso, logro el reto de convertirse en una vivienda autosuficiente que se alimenta de la energía natural para llevar a cabo sus funciones vitales. Un resultado imperceptible a primera vista, cuando esta maravilla de la ecoarquitectura se reduce a un estímulo visual con su impresionante diseño, el marco verde que la rodea y los lagos artificiales que flanquean la entrada e invitan a refrescarse.
El compromiso de Luis Garrido con el medioambiente es único, los materiales empleados en la construcción tanto de la fachada como de la estructura interna o del engranaje de tuberías son reciclables; tuberías de agua de polipropeno, tuberías de desagüe de polietileno, tableros de madera aglomerada para puertas interiores, madera contrachapada para recubrimientos, vidrios reciclados e incluso aislamientos a base de sacos de café.
Ademas, cuenta con bloques de madera-cemento huecos empleados para reforzar los muros de carga, los captores solares a base de tubos de vacío, los leds de bajo consumo destinados a la iluminación, los toldos de lona de algodón, el circuito de tuberías.Todos los materiales son ecológicos, no contaminantes y en absoluto perjudican la salud. Como se ve, el creador tiene un gran compromiso para respetar el entorno y garantizar, al mismo tiempo, un ecosistema saludable y de alto nivel de vida para sus habitantes.
Aunque se prevée que esta obra de arte de la ecoarquitectura tenga una gran durabilidad, sus piezas se desmontan con la facilidad de un rompecabezas, esto no implica de que se trate de una estructura débil, los muros que conforman su esqueleto son de dos hojas y recubiertos de aislamiento para asegurar la solidez y fortaleza de la vivienda.
Además, la casa-mariposa cuenta con unas instalaciones que favorece la optimización de los recursos naturales disponibles. Sus numerosos espacios abiertos incrementan la ventilación natural de la vivienda y reducen el gasto energético, los dispositivos economizadores instalados en las llaves de agua y el sistema de reutilización del agua de lluvia regulan su administración y la destinan para regar el jardín o rellenar la cisterna de los baños. Debido a sus cualidades bioclimáticas, el nivel de consumo energético de la vivienda es muy bajo y la mayor parte se autoabastece gracias a los paneles solares instalados en el tejado y sistemas arquitectónicos geotérmicos. Por otra parte, la emisión de residuos es prácticamente nula, y la construcción de la casa-mariposa sobresalió por la limpieza con la que se llevó a cabo, sin afectar negativamente a su rapidez.